NADADORA
Madurez con efecto retardado
El paisaje que se puede contemplar cuando se pasan los veinticinco, generalmente, no es nada alentador. Si se abren los ojos y se observa ese festival diario de cinismo, codazos y normalidad, a uno le entra verdadero miedo. Dan ganas de mirar a otro lado, de hacer todo lo posible para ni siquiera rozarlo,… de escaparse. No a un lugar físico, sino a una burbuja mental, donde retrasar lo más posible el desembarco en el océano de los tiburones treinteañeros. Muchos de los seguidores del pop lo hacen en sus discos. Otros, sin embargo, hacen discos sobre ello.
El ahora quinteto pontevedrés Nadadora editaron dos de esos trabajos. Sonaban por los cuatro costados a diario sentimental posadolescente y se titularon Aventuras dentro de cajas (Jabalina, 2004) y Todo el frío del mundo (Jabalina, 2006). Ambos hablaban, a doble voz y al modo de un sístole-diástole, de encogerse en melancolía y luego reafirmarse, con pinceladas de euforia, con versos como “Aún habrá tiempo para evitar convertirnos en gente normal / evitar ser lo que nunca quisimos ser” (10.000 veces). El soporte musical transpiraba devoción por el sonido de Mojave 3, The Delgados, New Order, The Smiths o Ride, y, entre el folk y la bruma shoegazer, Nadadora tocaron el corazoncito de muchos de los que crecieron con los discos de Family y Los Planetas.
Pero no, no hay escapatoria. Tarde o temprano, la burbuja estalla y llega el cataclismo y los cristales rotos. Todo ese edificio de idealismo, de tú y yo contra el mundo y de no seré igual que ellos se viene abajo. Y te quedas tú y tu miedo ahí, con una sonrisa tonta y nerviosa, titubeante, aullando en la intimidad, porque en el día a día, ya tienes que fingir esa normalidad que antes esquivabas. Hablaremos del miedo (Jabalina, 2008), el segundo álbum de Nadadora, se sumerge en ese pozo, diciendo cosas como “sé que no tardaré en parecerme un poco a los demás” (Al final), dejando a un lado la suavidad pop y optando por la oscuridad, el drama y la épica. Pese a ser su mejor obra, el disco no obtuvo ni la atención ni las buenas críticas del primero: se esperaba un suma y sigue y quedó apartado, esperando una escucha pausada, que en algunos casos nunca llegó. Harían bien en darle esa oportunidad ya que canciones como Después de todo, La Forma o Al final son de lo mejor de la banda.
En estos momentos, se aguarda la inminente salida de un mini-cedé de remezclas en los que saltan a la pista de baile de la mano de la visión de Dorian, Homeboy Dj, Souvenir o Standard. El disco también incluirá algún tema nuevo que remite a ese puente entre pop electrónico y shoegazer que practican The Radio Dept. Algo de ello ya se puede comprobar en Evelyn Ashford, el tema que aportan el recién editado recopilatorio de Jabalina Juegos olímpicos (2008).
Nadadora tocarán el próximo jueves 10 de abril a las 17.30 horas en el festival Sonora 08 (Teatro de la Universidad de Vigo).
Gracias y enhorabuena Javi por tu blog .
es muy interesante y estimulante seguirte leyendo desde murcia, con mucha morriña
Pues yo cuando los escucho, regreso a esa burbuja de nuevo. Y seguramente seguirá teniendo ese maravilloso efecto aunque hayan pasado años y años.
Descubrí a Nadadora hace realmente poco por una amiga que vive en España y me fascina!! Es una pena que grupos como este no lleguen a México. Lo que llega aquí son grupos como Estopa, La Oreja de Van Gogh, David Bisbal…
Estoy segura que tendrían muchísimo éxito por estas tierras!
Felicidades por el blog y saludos desde México
Mariló, siento lo que tenéis que soportar por ahí en nombre de la música española!!!
Y aquí de la Mexicana? Allí también tienen grupos muy buenos e interesantes…y no nos enteramos
Porque hay un oceáno de por medio, que si no ante tanta agresión musical mútua, estaríamos en guerra…
Es cierto lo que dice Enrique, aquí tenemos grupos muy buenos. Es una pena que lo bueno no llegue ni a México ni a España… Algo habrá que hacer.