Hace dos años Presumido tocaban en Los conciertos de Retroalimentación ante unas 25 o 30 personas. Fue una de esas noches en las que me fui a casa frustrado ante la escasa asistencia de público. El concierto había estado sensacional, pero no sé muy bien por qué la cosa no cuajó. Ellos decían que no importaba, que esas cosas ocurrían y que no se iban a dar por vencidos en su meta de ser una banda grande, a ser posible de estadios.
Me acordé de aquella fecha ayer en varias ocasiones a lo largo del concierto que ofrecieron en Mardi Gras. Cuando lo vi lleno de gente, pero también cuando lo vi lleno de emoción y cuando lo vi en modo karaoke encendido. Tarci y Nacho viven esas canciones y el público las vive con ellos. Juntos hacen un intercambio de energía formidable que es una gozada sentir.
La pirueta de “Las cuatro estaciones” está saliendo bien. Detrás hay una banda talentosa, trabajadora y derrochadora de ilusión. Es una gozada verlos. Cómo lo viven y cómo nos lo hacen vivir a los demás. Quedan muchos conciertos aún y luego los festivales. Ojalá crezcan y crezcan, y no dejen de crecer. Se lo merecen.
Como siempre gracias a todos los que, pagando su entrada y asistiendo el concierto, dan sentido a todo esto. La siguiente parada: Allova el 3 de abril en Mala Vida (antigua sala Le Club)