Este sábado Astrogirl dará su último concierto. Y lo hará dentro de Los conciertos de Retroalimentación en una actuación muy especial (sábado 25 de febrero, 22.00 horas, La Disfrutona del Orzán, 8 euros y 10 euros). Consciente de ellos, le he hecho algunas preguntas para que se explique y recuerde estos diez años. Y ha hablado.
BAJARSE DEL ESCENARIO
«Hay múltiples razones, pero la más poderosa es el estrés y la salud mental y emocional. Teniendo que combinar mi carrera musical con el trabajo a jornada completa como maestra y ser madre de dos hijos se me hace imposible continuar sin secuelas a ese nivel. Durante los últimos meses me he sentido realmente agotada y he empezado a notar las consecuencias en la salud de una vida tan apretada.
Liderar un proyecto artístico autogestionado supone una montaña de labores que no se ven, que requieren mucha energía y al final te desgastan un montón (promoción, marketing, rrss, cartelería, comunicación, gestiones administrativas…) Es imposible que una persona sola haga todo esto, además de atender a otro trabajo y a dos hijos sin romperse; al menos para mí lo ha sido.
Últimamente no estaba disfrutando los conciertos porque no tenía ni tiempo de ensayar, llegaba la hora de la verdad y me llenaba de nervios e inseguridad sobre el escenario. Lo que se supone que debería ser un momento de goce y liberación se convirtió en algo que me generaba rechazo, miedo y angustia, así que no tiene sentido continuar así».
¿EL FIN DE ASTROGIRL?
«Todavía no lo tengo claro. Lo que es seguro es que voy a seguir haciendo canciones en mi casa. La música está dentro de mí y es una de mis herramientas medicinales a nivel emocional, nunca podría dejarla. Voy a seguir tocando, componiendo, investigando y aprendiendo siempre, eso no creo que cambie, solo que lo haré para mí, por puro placer y disfrute, sin ningún tipo de presión externa ni expectativa o aspiración pública. Y sin conciertos.
Me gustaría grabar más discos o canciones y publicarlas, pero desde luego será sin la parte de promoción. Grabaré y colgaré en plataformas y quien lo escuche lo escuchará, sin más. No voy a hacer esfuerzos por llegar a nadie ni a nada. Ya sé lo que es eso y no me ha gustado. Pero todo esto es lo que pienso ahora, después quién sabe por dónde me llevará la vida».
ÚLTIMO CONCIERTO
«Tengo unas ganas locas de este concierto. Va a ser especial porque tocaré con toda la banda, a lo grande, que es como más me gusta y como más lo disfruto. Vamos a hacer todo el último disco y canciones “especiales” de los trabajos anteriores. Va a ser un set largo y con bastante dinámica, cambiaremos formaciones, subirán y bajarán músicos del escenario creando distintos ambientes y momentos a lo largo de más de hora y media de set.
La energía con la que lo afronto es de fiesta, de celebración, de quemar las naves y darlo todo. Sé que va a haber entre el público muchas personas muy importantes para mí, que me quieren y me apoyan y a las que quiero y apoyo también. Pienso que va a ser muy emotivo, me atrevo a vaticinar que el más emotivo de todos los que he hecho. Va a haber algún tema nuevo, temas que hace mucho que no toco e incluso alguna versión (cosa que nunca he hecho con el formato banda)».
COLABORACIONES ESPECIALES
«Me llevo tres colaboraciones muy importantes también para mí: Candela Liste, Leticia Rey y César de Centi.
Candela abrirá el concierto con un set de una media hora, ella al piano y un guitarrista acompañándola. Candela es una artista impresionante, con un potencial enorme. Verla en acción es ver a una estrella por descubrir, un lujo poder seguir sus primeros pasos. Ojalá llegue muy lejos, porque se lo merece todo.
Leticia va a subir a cantar conmigo alguna sorpresita muy, muy especial. Leticia es una amiga de esas del alma, una persona muy espiritual y mística con la que conecto a nivel profundo. Tiene un compromiso total con la voz, el canto, la composición y lo que ella hace no es de este mundo. Su voz es algo cósmico que te eleva, te hace flotar dentro de ti. La admiro muchísimo y sé que va a tener una carrera hermosísima, ojalá.
Y César es un amigo al que aprecio muchísimo. Es una persona buena, de esas que cuesta encontrar, de esos amigos sinceros, honestos y que están ahí en las duras y en las maduras. Tiene una carrera muy sólida, lleva un montón de años en esto y vive de ello. Ha grabado varios discos, girado por Argentina y recorrido media España, por no decir España entera, cantanto. Lo admiro mucho y aprendo de él cada día. Tiene algunos temazos de esos que a una le habría gustado componer. Va a cantar conmigo una de mis canciones emblema».
GRANDES MOMENTOS
«Como hitos o éxitos de estos que se ven desde fuera, sin duda mi colaboración con Nacho Vegas. Nacho es uno de mis ídolos; cuando comencé en esto nunca pensé llegar a trabajar con uno de mis faros. Que me haya invitado a subirme a su escenario fue un orgullo enorme para mí, y que se animara a grabar conmigo una de mis canciones… Imagínate, es uno de mis ídolos… Indescriptible.
Como recuerdo que guardo para mí, también sin duda, la grabación de Portales fue lo más intenso que he vivido como Astrogirl. Una experiencia maravillosa en todos los sentidos. Y el resultado no me puede satisfacer más, ese disco es un regalos que, sin ser consciente de ello, me hice a mí misma para mi camino místico, es como un mapa, una guía que no sé cómo, salió de mi subconsciente y a medida que va pasando el tiempo voy descifrando y utilizando para el trabajo interior. Y el proceso de grabarlo… De lo mejor que he vivido».
DIFICULTADES
«Como te digo, lo más duro es la autogestión, todo el trabajo que no se ve y que está detrás de lo que es puramente musical. Lo mío es hacer canciones y grabarlas, y cantarlas en público si tal; pero todo lo demás supone una carga pesadísima que come terreno a lo esencial y destruye el ánimo y la ilusión.
Y la traba más importante es lo difícil que resulta pasar del escalón de “artista local”, conseguir que tu proyecto se vea, mantenerlo a flote hasta interesar a la industria. Es muy triste ver pequeños artistas con un talento enorme no salir nunca de los “bajos fondos” por esa barrera que hay entre lo local y el circuito de festivales, salas, medios de comunicación…»
LA MEJOR CANCIÓN
«Pues no sabría responder… Supongo que atendiendo al criterio del éxito, por razones obvias, sería Salve Serpiente. Si vas a Spotify verás que las escuchas que tiene desbancan de manera rotunda y aplastante a cualquiera de mis otras canciones.
Si pensamos en términos de hits o canción resultona, diría que Ángeles Durmientes es la que más éxito ha tenido en ese sentido. Como canción potentes de directo, tienen mucha intensidad Criaturas del desierto y Lágrimas de sangre. Y, por el feedback que recibo, la que más le gusta al público es (Qué había) antes del cuerpo. Es muy emotiva, habla con tremenda honestidad del vacío existencial del ser humano y la gente se emociona con ella.
Si me preguntas la que a mí me gusta más no sabría decirte, hay muchas que me parece que son buenas canciones o que, por un motivo o por otro, despiertan un especial cariño dentro de mí».
UNA MIRADA ATRÁS
«Si miro atrás lo que siento es una satisfacción completa. Astrogirl ha sido alquimia para mí. Tiene nombre de heroína y eso ha sido: una superheroína que ha venido, me ha salvado y ya quiere marcharse a descansar después de haber hecho su trabajo. Una especie de Mary Poppins que ha rescatado a mi niña interior y me ha recolocado en mi ser.
Me siento inmensamente agradecida a ella y a todo lo vivido. Esta experiencia ha redimido mi autoestima, que estaba tocada y hundida. Me ha hecho conocer gente increíble que ahora son amigos, y me ha regalado un disco que es medicina para mi espíritu.
Con el corazón te digo que ha sido pura magia y me hace sentir bendecida por la suerte. Aunque lo deje, aunque no haya llegado a conseguir lo que buscaba, que era poder hacer de la música mi única profesión, ha sido de lo mejor que me ha podido ocurrir. Yo creía que ese era mi objetivo, profesionalizarme, y en realidad la agenda oculta era otra: la curación emocional. ¿Se puede pedir algo más? Yo, desde luego, no. Astrogirl me ha hecho encontrarme a mí misma».