Un día que Xoel López me dijo en una entrevista que se moría de vergüenza cuando en los primeros tiempos de Deluxe decían que sus canciones estaban a la altura de los Smiths en plan «Morrissey mataría por un tema así». Que luego, claro, alguien iba a verlo en directo y comprobaba decepcionado que la cosa distaba lo suyo.
Recordé aquellas palabras hoy, tras leer esta semana varios textos periodísticos sobre música pop donde se repetía lo mismo: exageraciones totalmente desproporcionadas para ensalzar a pequeños grupos con todo tipo de pirotecnia. Más que periodismo parecían textos publicitarios.
Eso es como si alguien quiere decir que yo soy Brad Pitt. Pues vale, pero eso supone pan para hoy y hambre para mañana cuando me veáis en persona 😉 Pero, además, supone la pérdida total del norte de una profesión que deambula entre el hobbie y la publicidad.
Que no es cuestión de ir de crítico musical justiciero cortando cabezas, pero sí usar un poco de mesura y, sobre todo, sentidiño. Que el disco mola, vale. Pero empezar a echar por fuera de la manera antedicha hace más mal que bien. Pierde sentido lo escrito, pierde sentido el grupo viéndose minimizado en una hipérbole inasumible y lo lógico es que, a fuerza de tropezar, el lector opte por no hacer caso a ninguno de los dos.