Al final parece que ha merecido la pena. La Hora Musa, el tan promocionado programa con el que se aspiraba a cubrir el hueco de la música pop y rock en directo en la televisión, se estrenó. Y ese debut se resolvió de manera satisfactoria. Confieso que al arrancar, con ese guiño cómico a los nervios previos con Maika Makovski santiguándose con sus santos roqueros, me temí lo peor. Pero en cuanto empezó todo fluyó.
Se trata de un programa ágil, bien realizado y muy atractivo para el espectador. Contar con un grupo como Franz Ferdinand en el escenario tocando en directo es todo un puntazo. Aclimatarlo de ese modo tan luminoso y colorista, otro. Y la manera de intercalar sus temas con microentrevistas, un estupendo modo de resolverlo sin que se haga pesado. También resulta muy acertada la idea de las actuaciones en la terraza, recurriendo a la gran (y esplendorosa) Mala Rodríguez en la primera entrega. Igualmente, tener con Juan Perro supuso una dulcísima guinda final.
Maika Makoski resuelve la papeleta con éxito. Comunica bien, entrevista directamente en inglés a la bandas, no acapara protagonismo excesivo y logra la simpatía del espectador al instante. Lo mismo ocurre con Víctor Clares, que la refuerza en las entrevistas y hace de reportero en la calle. Ayer con un chulísimo reportaje sobre los escenarios de portadas de discos míticos hechas en Londres.
Poco que objetar, por tanto. Si acaso, uno pediría un poco más de duración para profundizar algo más en las entrevistas. ¿Por qué no una hora y cuarto, en lugar de 50 minutos? También un prime time verdadero, colocándolo a las 22.00 horas. Pero sea como sea, para las próximas semanas muchos tendremos clara una cosa: los martes toca poner La 2.