Dos ejemplos del pop escondido nacional (y gallego) se dieron cita en Los conciertos de Retroalimentación. Primero, A Veces Ciclón, con sus susurros, sus círculos y sus canciones que crean ambientes que atrapan. Después, Apenino, tirando del hilo electrónico y convirtiéndolo en algo con latido, respiración y temblor. Ambos cruzaron una equis en en una casilla que llevaba ya tiempo queriéndose tachar. Lástima que a unos pocos se les fuese la incontinencia verbal en la segunda parte del recital de Apenino frustrando la experiencia. Al final, tras varios “Shhhhhhhhhhh”, Marco recuperó El Mapa y logró restablecer la conexión pura y sin interferencias.
Una vez más, dar las gracias a quienes respaldan con su entrada estos conciertos, a la Casa Tomada por acogerlos y a los grupos por decir sí a nuestra propuesta. En estos momentos estamos cerrando los últimos detalles de la programación de aquí a junio. Seguramente os va a encantar a muchos. Os esperamos. Pero, por favor, en silencio.