La Voz de Galicia
Girando en círculos sobre la música pop
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Un disco como The Surburbs de Arcade Fire da sentido a todo un curso musical. En unos tiempos en los que la buena música sigue dándose, pero en los que cuesta encontrar unos Pixies, unos Sonic Youth o unos Portishead, la constatación del buen estado de salud de los canadienses resulta una excelente noticia. También la de que buena parte de los artistas que aquí se recogen (Arcade Fire, Flying Lotus, LCD Soundsystem, Cocorosie, Jónsi,…) se hayan podido ver en Galicia en vivo durante este inolvidable 2010 que ya languidece. Ah, y por si alguien le pica la curiosidad, los discos de Salem, Phosphorescent, Trembling Blue Stars, Ariel Pink’s Haunted Graffiti’s o Best Coast se quedaron a las puertas de entrar en este listado.

1. ARCADE FIRE “The Suburbs” (Universal)
Tras impresionar con un debut magistral y poner su lado épico en el mismísimo precipicio con su segundo trabajo, los canadienses optaron ahora por bajar el nivel de intensidad para reflexionar sobre su juventud y cómo ha cambiado América desde entonces. El resultado es un trabajo soberbio y emotivo, quizá el mejor de su carrera, pese a la carencia de himnos evidentes. Bueno, ahí está Sprawl II ejercicendo de biografía musicada de un buen puñado de sus fans combinando temores juveniles, escapadas en bici, deseos de trascendencia y frustraciones contra los muros del barrio. Sin duda, el mejor grupo del momento y una de esas bandas que se recordarán de aquí de 10 o 20 años. 

2. VAMPIRE WEEKEND “Contra” (XL)
Ser el icono de un movimiento tan aparentemente efímero como el afroindie obligaba a desconfiar en un principio de Vampire Weekend. La escucha de Vampire Weekend dos años después no solo refrenda si no que amplia los aplausos iniciales. Y lo mejor: este Contra, pese a estar unos milímetros por debajo en su inspiración (básicamente no tiene un M79), hace presagiar una carrera esplendorosa de pop pulcro, saltarín y barroco. La música que obliga a uno a levantarse de la cama con una sonrisa de oreja a oreja y seguir manteniendo la fe en los poderes terapéuticos de un puñado de melodías.   
 
3. LCD SOUNDSYSTEM “This is Happening” (Virgin)
Fiesta, baile y ritmo. El último capítulo de LCD Soundsystem resultó tan bueno o mejor que los anteriores. Más Bowie y funk que nunca, This Is Happening lleva incorporada de serie una bola de espejos y trasmite el músculo que en su día tuvieron Primal Scream, el que poco a poco han ido perdiendo. Cosas como Pow Pow o Drunk Girls invitan al descontrol y ese homenaje al Heroes titulado All I Want será una de esas piezas que pondrán la piel de gallina a los que hoy tienen 30 cuando la escuchen a los 50.  

4. PAUL WELLER “Wake Up Nation” (Universal)
Cuidadito, que nadie se engañe. Vale que Weller pertenece a la categoría de los intocables, de los que la crítica echa flores por inercia llenando de «modfathers» sus reseñas. También que un tipo de su edad resulta poco atractivo para la chavalada más pendiente de The Drums o cosas así. Pero resulta obligado advertir que Wake Up Nation no solo es una maravilla, sino que incluso podría gustar a los que nunca conectaron con él. ¿Por qué? Porque tiene un modo de experimentar con la tradición a modo de collage altamente sugestivo; porque dentro de esa constante el acabado resulta realmente perfecto con joyas sucediéndose una tras otra entre soul, funk, pop y psicodelia; y porque, en medio, guarda una de esas canciones bandera –Find The Torch, Burn The Plans– capaces de parar a un tren (y sonar en bucle en el iphone hasta al hartazgo).    

5. JÓNSI “Go” (Emi)
El anuncio de descanso por tiempo indefinido que hicieron Sigur Rós a principios de este año pronto se compensó con el movimiento en solitario de su líder. Como una versión a escala de la banda madre, el islandés reunió en Go belleza, intensidad y épica a partes iguales y trazó uno de esos discos soberbios cuyo problema está más en el exterior que en el interior. Sí, lamentablmente muchos lo seguirán viendo como una obra menor en su condición de proyecto paralelo. Craso error. Y, bueno, quien haya visto al artista en el festival Xacobeo 10 de Santiago o en el Sónar-Barcelona sabrá que en vivo pocos pueden hacerle sombra.

6. DEERHUNTER “Halcyon Digest” (4AD)
Brad Cox apuesta cada vez más por la concreción. Frente a los tiempos en los que su banda era un excitante surtidor de ruido, ahora su discurso posee un puñado de canciones lo suficientemente sólidas como para poder prescindir de todo artificio. Aquí lo hace, y entre ambos polos -el pop de trazo clásico y el humo noise- entrega otro gran disco.

7. THESE NEW PURITANTS “Hidden” (Domino)
Pocos se podían esperar que el grupo post-punk de Elvis iba dar un salto tan importante en su segundo trabajo. Oscuro y tribal, Hidden, es un álbum que se inspira en algunas de las mejores cosas que le han pasado al pop de los últimos años -The XX, MIA, The Liars-, le dan un envoltorio gótico-orquestal y lo guían de inicio a fin con percusiones africanas y asiáticas. ¿El resultado? Una obra excitante, diferente y tremendamente adictiva. 

8. FLYING LOTUS “Cosmograma” (Warp)
¿El mejor disco de electrónica del año? Es probable. Steve Ellison ha logrado con Cosmograma un disco con alma de jazz pero con un universo en el que entran el hip-hop, las músicas de videojuegos o la IDM. Con ello el autor crea pequeñas piezas al ralentí que podrían dar a entender en un primer momento que estamos ante uno de esos discos para poner como música de ambiente, pero que escuchado con auriculares revelan una riqueza inabarcable.

9. BEACH HOUSE “Teen Dream” (Sub Pop)
El disco bonito del 2010. Sí, tal y como lo fue el de Fleet Foxes el año pasado. Aquí está el grupo para los nostálgicos del Mercury Rev de Desert Songs. Melodías lánguidas, atmosféricas y enredadoras para dejarse llevar y llevar por su sensación de ver el mundo en colores sepia. Lo más parecido a rescatar una fotografía de juventud y ponerse a suspirar ante ella.

10. COCOROSIE “Grey Oceans” (Sub Pop)
Dentro de su rareza zizagueante e irregularidad, y de esa sensación de atravesar puertas oxidadas y las telarañas, Cocorosie guardan en este disco algunas de las canciones más bonitas del año. La titular Grey Oceans, por ejemplo, es de las de desarmarte por completo y Lemonade está hecha para sonar en bucle hasta al infinito.