La Voz de Galicia
Girando en círculos sobre la música pop
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Extraperlo.
A Coruña, Sala Le Club. 20-3-2010

Algo ha cambiado en el pop independiente nacional. Si en los noventa los grupos se reflejaban en Sonic Youth o Pavement, tocando serios, concentrados y con las guitarras a la altura de la cintura, desde hace ya un tiempo han optado por situar el instrumento a lo años sesenta —es decir, en el pecho—, mirar al frente y sonreír. Ahora los modelos son Franz Ferdinand o Vampire Weekend: chicos aparentemente buenos y sonrientes, que contagian su actitud jovial con un sonido luminoso.

En Extraperlo nos topamos con un caso de los de libro. Barceloneses, debutaron el año pasado con Desayuno continental, un celebrado debut que conectaba el pop español con esa corriente neoyorkina que bebe los vientos por el afropop. Se les colgó de inmediato el marchamo de banda revelación y de grupo del que hay que tener una opinión. Recorrieron todo tipo de festivales cosechando críticas estupendas e incluso su canción Bañadores se erigió en un mini-hit veraniego. Por ello su visita a Galicia presagiaba un lleno.

Pero no. Inexplicablemente los pases gallegos del grupo en Galicia terminaron en sendos fiascos de asistencia. Si en Vigo la cosa apenas rebasó las veinte personas, en A Coruña, como mucho, se llegó a la treintena. Pues todos los que se quedaron en casa se perdieron un recital encantador, de los que dejan dibujada una sonrisa en la audiencia con esa agradable sensación de que allí uno estaba mejor que en ningún otro lugar.

Como si de unos Talking Heads júnior se tratase, Extraperlo convencieron desde el primer momento con su pop saltarín, sencillo y eficaz. Empujados por su recién incorporado percusionista, que hacía su tercer directo con el grupo, durante toda su actuación flotó en la sala Le Club la interacción total. Canciones como Cavalcade, Entre las plantas o la mentada Bañadores sonaron sobre las tablas con el brillo que se echa en falta en el disco. Y los temas presentados no hicieron si no confirmar el idilio del grupo con la inspiración. Una hora deliciosa que, sin duda, merecía más público.