La Voz de Galicia
Girando en círculos sobre la música pop
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La edición del 2008 del festival Contempopránea estará dedicada a honrar el recuerdo de Golpes Bajos, la efímera banda viguesa que desarrolló su corta trayectoria en los primeros ochenta y que, aún hoy, puede que sean la mejor formación que haya alumbrado el pop gallego. Al poco de saberse la noticia (que sintomáticamente pasó desapercibida en la mayoría de los medios), realicé esta entrevista con Germán Coppini, el carismático vocalista de una formación siempre a revindicar, para aliñar el texto con alguna declaración. Aquí va completa.

-¿Cómo recibe la noticia de que el Contempopránea rinde tributo este año a Golpes Bajos?
-Pues, qué quieres que te diga, los homenajes que no me hacen en Galicia, me los hacen en otras tierras. He sentido sorpresa por un lado y la sensación de que, aunque el reconocimiento llegue tarde, pues que siempre llega.

-¿Nota que existe una cierta reivindicación de Golpes Bajos en los dos últimos años?
-Bastante. Últimamente sale el grupo a colación con frecuencia, siempre está en boca de la gente y yo creo que es bueno.

-Acaba de salir la reedición de “A Santa Compaña”, aunque pocos se hayan enterado.
-Sí, pero la compañía Nuevos Medios no está muy por la labor de rescatar grabaciones de aquellos años. Esto lo tenían en mente hace unos años, comentaron un poco la idea de reeditar este disco y algunos otros. No viene mal que lo hayan hecho.

-Salda en cierto modo una deuda. La única edición digital que existía de su obra era el doble cedé “Grabaciones completas”, bastante pobre
-Pero ésta también lo es. De todos modos, en los tiempos que corren, incluso hay que agradecerles el detalle que han tenido con el disco y con el grupo. A mí me hubiese gustado hacerlo personalmente, es decir, si esa era la idea que lo dejasen en mis manos y ponerme a buscar entre las grabaciones de directo que podían complementar un poco. Buscar temas inéditos, incluso la maqueta del final podía haber ido incluido, material fotográfico… Se han limitado a hacer la reedición tal cual

-¿Queda mucho material inédito?
-Sí, yo creo que se podría editar todo. Empezando por los directos y, si buscamos, esta la maqueta original del grupo, que ya tenía muchas de las canciones del mini álbum y seguro que habrá curiosidad

-El reconocimiento les llega desde un festival emblema del pop independiente que se hace en España. ¿Sigue usted el pop independiente nacional?
-Sí, pero hay muchas cosas que se me pierden porque hay muchos grupos y voy conociendo poco a poco.

-Con uno de ellos, los sevillanos Maga, colabora
-Sí, claro, en el festival además del homenaje, actuamos ese día.

-¿Los Golpes Bajos?
-No, que va, Maga

-Existe un grupo, Manos de Topo, en el que muchos ven un nexo de unión con ustedes. ¿Lo ve usted?
-No los conozco. Me han dicho que hay un grupo de Barcelona con el mismo nombre que Golpes Bajos, pero en catalán y que, por lo menos, tocan uno de los temas de Golpes. Lo sé de oídas, pero no los he escuchado.

-Le recomiendo a Manos de Topo. Aparte de que tienen unas inflexiones vocales muy similares, son realmente buenos.
-Lo de las inflexiones vocales ya lo conocía yo desde los tiempos de los ochenta. Cuando salió La Unión, por ejemplo, me decían lo mismo del cantante. Cada uno tiene su estilo y creo que está bien que haya guiños y referencias a grupos que gustan. Lo de Golpes, no hay duda que, a medida que pasa el tiempo, la aureola crece. Fue un grupo que no dio tiempo a mucho: hizo lo que tenía que hacer y pasó a mejor vida.

«Cena recalentada», una de las mejores canciones sobre la frustración juvenil y un videoclip entrañable

-Esta aureola de grupo mítico se desmitifica, valga la redundancia, cuando vemos en los resúmenes emitidos por TVE2 de la Edad de Oro. En una entrevista decían que no eran conscientes de lo que estaba pasado y que se sentían como un grupo pequeñito.
-No hay duda de que la acogida y el éxito nos pilló totalmente desprevenidos. Estábamos dando los primeros pasos y veníamos de un sitio recóndito, no sabíamos si realmente estábamos haciendo bien las cosas, si necesitábamos más tiempo. Directamente nos vimos metidos en la vorágine, sin ser muy conscientes de nada.

-En ese halo pesimista y oscuro que envolvía a Golpes Bajos hay quien vio el sonido de la ciudad de Vigo de los ochenta, como si fuera nuestro Manchester particular y ustedes Joy Division.
-También se hablaba de Liverpool. La gente hablaba mucho… Ese carácter es una característica mía personal, que soy bastante introvertido y, luego, también lo da la tierra. Aunque no sea gallego de nacimiento, siempre digo que lo soy de adopción y no hay duda de que la tierra y los momentos en los vivíamos, dieron bastante en el carácter del grupo.

-La estética de los ochenta se miraba a Londres. Las portadas de sus discos, sin embargo, se imbuían de la estética más ancestral de Galicia: la religión, las meigas, el luto.
-Sí, la pena es que no pudiéramos desarrollar le grupo hacia otros terrenos por esa parte gallega esa que teníamos. Mientras los de la capital se tiraban el rollo y miraban hacia otros países, nosotros rescatábamos un poco lo que teníamos más cerca. Y yo creo que, de esa manera, los Golpes Bajos éramos los más modernos de todos.

-Previamente, militó en Siniestro Total, el otro gran grupo del Vigo de los ochenta. Volviendo a lo de antes, se dice que Siniestro fueron los Sex Pistols, salvajes e irreverentes, mientras que Golpes Bajos, tenían la mirada poética e introvertida de Joy Division.
-Analizarlo ahora, con tantos años es mucho más sencillo. Yo creo que todo el que monta su primer grupo tiene esas ganas y esa euforia que hacen que la puesta en escena sea sorprendente. La parte de Golpes Bajos era más personal: las primeras composiciones, los textos que escribía yo, era más mi historia. Además de eso, a mí me gusta la música, no hago muchas diferencias. Creo que Sex Pistols y Joy Division, tienen muchas cosas que los relacionan. Primero fue la salida del punk, en la que la gente joven hacia sus primeras cosas y había sitios en los que se nos escuchaba. Luego llegó la cosa más pensaba, madurada y, sí, poética.

-En el año 1998 Golpes Bajos se volvieron a reunir, pero la cosa no funcionó. ¿No respondió a las expectativas?
-No, no respondió a nada. Considero que lo que hicimos en el formato de disco, yo creo que estaba bastante bien. Lo que pasa es que muchas eran antiguas canciones con otro prisma y no cuajó, no convenció a la gente y punto.

-Se dice que la nostalgia funciona en ciclos de veinte años. ¿Existe la posibilidad de volver a reunirse?
-No creo. Procuro no cerrarme puertas nunca, pero de momento es una cosa totalmente impensable. ¿Volver para repetir una experiencia fallida? Sinceramente no me motiva para nada