Las merendolas con churros y chocolate para festejar un cumpleaños o una comunión quedaron en desuso hace mucho tiempo. Poco a poco esas reuniones caseras fueron reemplazadas por magnánimas celebraciones en una sala de fiestas con azafatas, globoflexia, maquillaje de fantasía, piscina de bolas, juegos electrónicos y zona con wifi para los padres. En esta surtida variedad de galas descubrí recientemente las fiestas de la belleza, especialmente diseñadas para niñas y adolescentes.
En esta nueva modalidad ellas cambian la tarta por una reunión llena de glamour en la que podrán compartir con sus invitadas una mascarilla capilar, un masaje facial, disfraces estrafalarios, tocados y maquillaje de fiesta, todo ello «elegantemente» rematado con un desfile en el que podrán brillar con su nueva imagen.
Ilustración: Paulino Vilasoa para La Voz de Galicia
Las llamadas beauty party ya están al alcance de las adolescentes gallegas y lo mismo sirven para celebrar una comunión que «los dulces 15» al más puro estilo latinoamericano. Las festejadas pueden elegir entre una tarde de princesas con vestidos y coronas o un salón top model. A mí es que sigue sin convencerme la idea de encerrar en una habitación pintada de rosa a una decena de muchachitas para hacerse la pedicura mientras escuchan a Justin Bieber, aunque sé que llegado el momento terminaré por resignarme.
¿Cuál será la versión masculina de esta celebración ultra cursi en las que nuestras hijas aprenden cómo lucir el palmito en una pasarela? Prefiero no pensarlo.
Las adolescentes de hoy ya saben que tendrán que ganarse la vida trabajando y que un día tal vez se divorcien del príncipe azul, pero mientras ese tiempo parece muy lejano está bien que disfruten de una tarde ñoña de chicas, con maquillaje y escuchando a Justin Bieber, merendando pizza o tortitas que les gustará hacer ellas mismas; seguramente comenten los libros de Federico Moccia o alguna película de la saga Milennium. Pero también saben que el Bachillerato de ahora hay que currárselo duramente si quieren ir a la Universidad, que ni en los estudios pueden elegir lo que más les gusta porque las notas determinan la carrera que podrán empezar y que estudiar muy duro no significa que vayan a vivir bien. Eso ya lo han aprendido las adolescentes. Por eso creo que las ñoñerías que se han puesto de moda son una evasión necesaria de la vida real.
La verdad es que yo de niña me disfracé mucho, muchísimo. Me encantaba hacer de dama antigua (no necesariamente princesa) y ponerme los tacones de mi madre (y se los jodía todos). Pero mi madre no tenía muchas pinturas, y yo no fui pinturera ni de chica, ni de grande.
Solía ser super ‘girly’, muy femenina. Me encantaba llevar vestidos, y zapatos bonitos. Luego crecí, y me fui al lado opuesto (donde ya me instalé desde entonces).
Creo que hay una diferencia entre permitir a una niña experimentar con su imagen y el concepto de feminidad, y otra, potenciarlo. Vestirla de princesa cuando ella aún no lo ha pedido. Ofrecerle sólo dibujitos de princesas Disney, etc.
Si tuviera una hija, y me pidiera una fiesta así… aunque no está en mi gusto, lo haría por ella, porque probase. Pero hacerlo antes siquiera de que ella lo pida (gracia que le hace a los padres), pues no.
La verdad es que esto son cosas que me recuerdan la fortuna de ser madre de un chico.
Creo que el ser inteligente, independiente, mejor persona, etc… no tiene porque estar reñido con el que a nuestras hijas les guste jugar a ser chicas mayores por un día,¿acaso cuando eramos pequeñas no nos gustaba a nosotras? No hay que exagerar, sólo se trata de una opción más para pasar un buen rato y estoy segura de que a muchas niñas les parecerá un plan genial, divertido y diferente.
Saludos.
Es que cuando una niña quiere llevar una vida adelantada probablemente es porque lleva desde que nació rodeada de color rosita, viendo novelitas rosas firmadas por Disney, disfrazándose de princesa en cada carnaval y soñando con el día de su boda desde la primera comunión. No es sólo un día, es contínuo y es sublimárselo al ser el tema de una fiesta. Ese tipo de educación lo único que hace es fomentar en las niñas la anacrónica idea de que el fin de sus vidas es ser monas y encontrar su príncipe azul que las mantenga. Lo que deberíamos fomentar en nuestras hijas es que sean independientes, que sean mejores personas, que tengan principios, que se formen para tener su propio futuro y que no centren su vida en un hombre. Y que maquillarse o vestirse debe centrar el 10% de su atención y no más. Si no, estaremos fomentando en ellas la frivolidad en lugar de la inteligencia y la fuerza.
Pues yo tengo claro que a mi hija no le voy a permitir semejante cosa. Elevar a rango de prioridad lo que no es más que una cosa totalmente accesoria de la vida, como es el aspecto físico, es una tremenda frivolidad y muy poco educativo para que las niñas se conviertan en mujeres independientes y no en adornos de un mundo masculino.
Hay que tener la mente muy cerrada para no saber distinguir entre una forma de vida adelantada y una fiesta ocasional para niñas que se visten de princesas.
Desde luego a mi me parece una forma muy bonita de celebrar una fiesta para una niña
¿Puede una celebración ser «magnánima»?
Según la Real Academia Española de la Lengua:
magnanimidad.
(Del lat. magnanimĭtas, -ātis).
1. f. Grandeza y elevación de ánimo.
Imagino que querría decir «magna»:
magno, na.
(Del lat. magnus).
1. adj. grande (‖ que supera a lo común).
Muchas gracias por la observación
Por favor… es una fiesta que dura 3 horas… entonces en carnavales no les dejes difrazarse de piratas, de princesas… como nos gusta sacar las cosas de quicio… Saludos. Y que cada uno celebre los cumpleaños como mejor le parezca, tiene que ver opciones para todos los gustos. Me parece genial.
A mí también me deja intrigado pensando cuál será el equivalente masculino… No pinta bien!
Me gustó el post y en mi opinión creo que hay que darle tiempo a los hijos para que crezcan y no permitir que se adelanten a su edad. Este tipo de fiestas fomentan la imitación del mundo adulto a unas edades que no les corresponde. La merendola con churros y chocolate seguro es mejor opción para una niña de 9 años que quiere festejar su cumpleaños con sus amigos.