La Voz de Galicia

El agnóstico

Un matrimonio amigo me invitó a tomar café en su casa nueva en Vila Pompeia, un barrio italiano de Sao Paulo que, como ocurre con todo aquí, mezcla en realidad todas las procedencias, las edades, las razas y cualquier condición social. Esta potencia mezcladora de Brasil siempre me conmueve. Aproveché la conversación para preguntar muchas cosas. Por ejemplo, cuántos motoristas hay en Sao Paulo y cuántos de ellos son mensajeros (motoboys, les llaman). Unos seiscientos mil, de los cuales ciento cincuenta mil son mensajeros. La verdad es que impresiona verlos circular por el tráfico densísimo de las avenidas paulistas, sorteando coches, baches y personas. Pregunté también cuántos mueren: la media de muertos en el tráfico de la ciudad asciende a 4,3 diarios. Las calles de Sao Paulo producen además setenta heridos por día. Una barbaridad.
Andábamos en estas y otras conversaciones cuando llegó un socio del marido: abogado, profesor, un … Seguir leyendo

Chuvas de março

En São Paulo la lluvia puede ser una bendición o una desgracia, depende para quién. Ocurre, de hecho, en muchos lugares. Las lluvias de marzo, cantadas por Elis Regina y Tom Jobim, comparecieron de nuevo, no solo para cerrar el verano, sino también, quizá, para celebrar el crecimiento de un 5,4 en el PIB, que se hizo público ayer. Buen dato, desde luego.
Las lluvias despejaron la eterna contaminación que engrisece el aire de la ciudad, siempre envuelta, vista desde lejos, en esa nube tóxica que parece de dibujos animados. La lluvia llega y lo limpia todo. Barre el polvo de las calles y de las fachadas de los rascacielos, filtra el aire a través de las cortinas de agua y le devuelve transparencia y frescura. Diluye los olores penetrantes a carburantes diversos y mezclados (a alcohol, sobre todo, que es el combustible preferido por aquí).
 Pero el tráfico empeora. … Seguir leyendo