La Voz de Galicia

Crisis y felicidad

Estaba dándole vueltas a cómo escribir una columna positiva y animante para los tiempos duros que nos han tocado —que nos hemos buscado— sin hozar en lo de siempre, y me acordé de la lección inaugural que impartió este curso mi amigo Luis Ravina Bohórquez, director del área «Pobreza y Desarrollo» del Centro de Investigación en Humanidades de la Universidad de Navarra. Planteaba en aquella conferencia propuestas atrevidas para nuestro modelo económico, pero yo me quedé con una consideración casi marginal: «Los seres humanos solemos pensar que si tuviéramos más dinero seríamos más felices», decía, para desmentirlo inmediatamente, siguiendo estudios concienzudos de otros autores: «Un incremento brusco de la renta, por ejemplo, cuando nos toca la lotería, no produce un efecto duradero, nos adaptamos en unos cinco años. Sin embargo una pérdida importante de nuestra salud o la separación matrimonial tienen efectos duraderos en nuestro índice de felicidad”.

Supongo … Seguir leyendo

Sin salida

No hay animal más peligroso que el animal acorralado. Tampoco hay humano más peligroso que quien se ha quedado sin salida. La persona acosada, quizá herida, reacciona dejándose morir o muere matando, porque deja de temer las consecuencias, ya nada tiene que perder. Los grupos sociales actúan de igual modo. Por eso, resulta crucial que los dirigentes sepan promover el diálogo y sostenerlo. No de un modo ficticio, limitándose a una apariencia de conversación, o a una charleta repleta de truquitos como la que, a veces, se mantiene con los niños díscolos. Cuando el diálogo falla, surge primero la violencia verbal y, luego, de un modo casi inevitable, la violencia física. Especialmente, si hablamos de este país.
La primera obligación de quienes dirigen, como consecuencia, consiste en no acorralar, en dejar siempre una salida a los problemas, en alimentar el intercambio de pareceres, los consensos, la cordura; en que nadie … Seguir leyendo

Alta cultura 2

Comienzo de la entrevista de Juan Cruz al ministro Ángel Gabilondo en la Ser. Hablaban de la importancia de las palabras: Juan Cruz en un tono pastoso y sentimental, Gabilondo con propiedad y poesía.

Juan Cruz:  «Acuérdate de lo que dijo Jesús en la cruz: ‘Una palabra tuya bastará para sanarme'»

Gabilondo simula, supongo, que no ha oído el disparate y habla del poder curativo de las palabras.

Iba a dejar el programa inmediatamente, pero el ministro dijo: «…como lo hemos puesto todo perdido de palabras…» y seguí.

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Actualización: Me chivan que ese error no es nuevo. Escribió en su blog hace año y medio:

De todos los textos sagrados el que más me impactó siempre fue ese que pronuncia Jesús: «Una palabra tuya bastará para sanarme».

Solo uno de los muchos comentarios de la entrada le advierte del doble error -en la cita y en … Seguir leyendo

Primer día de curso

Me lo cuenta el subdirector de un colegio. Llegan los niños que se incorporan por primera vez, acompañados por sus madres. El subdirector los va saludando. Le da la mano a uno:

-Bienvenido, ¿cómo te llamas?

-Fran

-Fran, ¿qué más?

-Cisco, responde el niño medio asustado.

Me recordó el viejo chiste:

-Soy Bond, James Bond.

-Yo, Brosio, Am Brosio.

Feliz curso.… Seguir leyendo

No sé qué duele más

Si Fernández de la Vega diciendo en el Congreso, contra toda evidencia, que el Gobierno está «garantizando el abastecimiento», si Zapatero en el Senado negándose a reconocer la crisis económica o si el debate sobre la conveniencia de sacar a la calle el primer día de huelga a los antidisturbios, escuchado anoche a unos tertulianos: según alguno, sacarlos el primer día resultaría impopular y, sin embargo ahora, la opinión pública ya está contra la huelga y esa medida no puede volverse contra el gobierno.

Puede que algunos gobiernen así, con tan lamentables criterios en los que el bien común está ausente, pero que los periodistas lo justifiquemos… me espanta… Seguir leyendo

As Pías

Con cinco años cumplidos, el chaval aún no caminaba, así que la abuela decidió llevarlo al Santuario das Pías, que está a unas cuatro leguas de Mirás en línea recta. Supongo que el abuelo ensilló la yegua y fue con ellos, pero no sé. Eran dos horas y media de cabalgada. A ratos campo a traviesa, a ratos por corredoiras, a ratos por caminos reales, saliendo por A Ciadella para llegar a As Cruces, sorteando Sobrado, hasta alcanzar As Pías, en el límite de las provincias de Lugo y A Coruña, entre los montes Bocelo y Campelo, en plena ruta Jacobea.
Dejaron la yegua en una aldea cercana y fueron a ofrecer el niño no sé si a la Virgen das Pías, a Santa Colomba o al propio Espíritu Santo, pues se venera a los tres allí.
Ya en Mirás, el niño, mi padre, empezó por fin a andar. Desde … Seguir leyendo