La Voz de Galicia

Corrupciones

Decir la verdad produce rentabilidades a medio y largo plazo, no siempre a corto. Ocurre lo contrario con la mentira, salvo en un ámbito: en el mundo del fútbol. La mentira y la trampa consiguen permanencias y evitan descensos, enriquecen fraudulentamente a jugadores desaprensivos y a dirigentes inmorales. Pero por mucho que delincan, nunca pasa nada. ¿Por qué?
Le echo la culpa al sentimiento romántico y, por tanto, irracional que mueve la pasión futbolística. El amor a los colores propios es ciego. Lo hemos comprobado todos alguna vez cuando el seguidor de otro equipo es incapaz de ver el penalti más grotesco. La pasión, también en el fútbol, nubla la razón. De ahí que al aficionado le importen un pito las deudas del club o la gestión gansteril de este o de aquel presidente. «¿Qué quieres? ¿Que bajemos a segunda»?, dirán. Se perdona y disculpa todo si se el equipo … Seguir leyendo

Corrupción y sociedad

Así arranca una noticia de hoy en La Voz:

Elegían a sus víctimas entre los narcotraficantes de la ría de Arousa porque sabían que difícilmente irían a denunciar sus tropelías a las fuerzas de seguridad. Por eso, la banda desarticulada recientemente por la Guardia Civil extorsionaba a narcos, a los que amedrentaban con palizas e incluso retenciones ilegales para conseguir su objetivo, que era el dinero fácil. Generalmente a sus víctimas no les faltaba, e incluso se lo servían en efectivo, pero si en ese momento no tenían calderilla a mano, los extorsionadores se conformaban con cobrar en especies, y se llevaban la droga.

La Guardia Civil detuvo por este motivo a diez personas, relacionadas con los clubes de alterne de la provincia de Pontevedra. Los autores materiales de los secuestros y palizas son ciudadanos rusos y búlgaros, pero los cabecillas de la banda son vecinos de Vigo.

Impresionante … Seguir leyendo

Sin comisiones

Esta semana he vivido de cerca una historia que ni siquiera sirve para ser contada: produce vergüenza, rabia y resulta, además, humillante para todos. El principal afectado es un empresario puntero con el que he hablado mucho estos días. Decían los sabios griegos que una de las tres cosas más difíciles de la vida es soportar la injusticia. Duele tanto que se necesita hablar para conseguir asimilarla. En esos momentos se dicen cosas muy duras, como es lógico. Mi amigo, por ejemplo, se preguntaba: «Después de esto, ¿crees que puedo seguir yendo por ahí a repetir que la ética es rentable?». Le dije que la ética le había sido rentable hasta aquí, que le va bien y que le seguirá yendo bien, que…
Pero después de colgar, me quedé pensando. Si alguien puede formularse esta pregunta entonces la corrupción es mucho más brutal de lo que imaginamos: no se acaba … Seguir leyendo

Como críos

Me decía alguien el jueves pasado que el núcleo de la corrupción reside en la familia, porque en ella residía a su vez el poder. El problema, según mi interlocutor, radica en que todo ha sido alterado en la familia. Las mujeres, decía, se han puesto a imitar a los hombres, de modo que compiten con nosotros en el único campo en que somos imbatibles por ellas: la imitación. Y pierden, claro. Y los hombres se han puesto a imitar a las mujeres, con lo cual las mujeres pierden otra vez. Pero insistía en que uno de los cambios más profundos y funestos de la familia consiste en que ahora mandan los hijos en vez de los padres.
Esta conversación ocurría en el almuerzo y vino varias veces a mi memoria durante la tarde. A última hora la comenté con otro amigo y se mostró de acuerdo con la tesis … Seguir leyendo

Ya os vale

Me contaron hace años la historia de un accidentado muy maltrecho, y en apariencia inconsciente, que fue recibido con muchas prisas en el servicio de urgencias de un hospital de Bilbao. Lo subieron en una camilla y a todo correr se lo llevaron, supongo, hacia un quirófano. Tomaron mal la primera curva y el paciente se les cayó. Volvieron a colocarlo en su sitio, pero no redujeron la velocidad ni mejoraron los cuidados, de modo que volcaron una segunda vez. A la tercera, desde el suelo, el accidentado abrió los ojos y les dijo las tres palabras del título: «Ya os vale». Y los volvió a cerrar.
«Ya os vale», deberíamos repetir hoy a coro ante el bochornoso golpeteo de noticias sobre corrupción que nos dispensan cada día.  La triste enumeración engorda varios palmos por semana: la Gurtel, Pozuelo, El Ejido, el Palau de la Música, Mercasevilla, los varios asuntos … Seguir leyendo