La Voz de Galicia

Más detalles sobre el estudio que citaba en la entrada anterior con este mismo título: Liberadas e infelices.

«La escurridiza felicidad de las mujeres

En las últimas décadas, el progreso de las mujeres en Occidente ha sido enorme. Aunque no todo es perfecto, se han ganado batallas importantes por la igualdad de oportunidades en la educación, la incorporación al mundo laboral y muchas otras libertades. Ahora bien, este giro no está exento de contradicciones. Un estudio reciente revela que los nuevos logros no han hecho que las mujeres se sientan más felices. Las autoras del estudio “The Paradox of Declinig Female Happiness” son dos economistas de la Wharton School (University of Pennsylvania), Betsey Stevenson y Justin Wolfers.

Para medir el grado de felicidad de las mujeres, Stevenson y Wolfers han recurrido a numerosas encuestas realizadas en Estados Unidos y en Europa. Entre las más citadas están la General Social Survey y el Eurobarómetro. Todas, cada una a su modo, plantean el problema con preguntas directas: “¿Se considera usted muy satisfecha, ligeramente satisfecha, algo descontenta o muy descontenta… con su trabajo, su familia, su situación financiera, etc.?”

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