Mi querido Javier Becerra preguntaba a sus lectores esta semana si el Pop es de izquierdas. Introduce la cuestión con una referencia a mis clases en el Máster en Edición Periodística de La Voz de Galicia. Supongo, por lo que plantea, que se refiere a aquella sobre la manipulación del lenguaje y del pensamiento que esconden los argumentos dilemáticos: o blanco o negro. Las parejas de opuestos, además, se proyectan sobre otras parejas, hasta cristalizar en esquemas mentales tan sólidos como absurdos. Esto lo descubrió hace muchísimos años, y lo criticó, el sabio López Quintás.
En esa clase, parto del dilema, arcaico pero aún eficaz, derecha-izquierda, al que añado debajo el menos burdo conservador-progresista, y pregunto luego como colocar otros dilemas: facha-rojo, todavía obvio, ciencia-religión, nacionalista-centralista, etc. Por supuesto, y contra toda lógica empírica, van colocando facha, religión y centralista en la columna correspondiente al término «derecha» y «rojo», «ciencia» y «nacionalista» en la correspondiente a la izquierda. Al final pregunto por la oposición «Real Madrid-Barça». El Madrid termina, claro, en la derecha, por muy merengón que sea Rubalcaba. De tal manera que un seguidor del Madrid será no sólo eso, sino también: religioso, contrario al progreso científico, centralista y del PP, además de facha. Que esto funciona así lo entendió en sus propias carnes Laporta. Y también Lakoff, que llamó «frames» o «marcos» a esos esquemas mentales, pero al contrario que López Quintás, los promociona: su libro No pienses en un elefante consiste en un intento de reforzar este esquema en favor del partido Demócrata. Ha tenido mucho éxito entre la izquierda de aquí. Me lo prestó un gran amigo y se lo agradezco mucho. La simplificación, tan fácil, resulta excluyente y esclavizante. Te convierte en un gordo mental.
Cielos Paco, hablando del framing en tu blog. Si mencionas la agenda setting, dejo de leerte… Ya en serio, mucho me temo que muchos medios de comunicación son los fast food de esos gordos mentales y pretenden deliberadamente la perpetuación de esos esquemas y atajos mentales.
Claro que a lo mejor tú y yo somos unos simples por pensar que la simplificación siempre resulta excluyente y esclavizante…
Abrazo.
Paco, el maniqueísmo es una enfermedad del pensamiento, amén de un cómodo sofá para los simplistas, de acuerdo. Coincido con ese planteamiento, que utilizas con acierto y en busca de resultados.
Pero entre los ejemplos que citas -seguramente a vuela pluma- hay uno que rechina: centralista-nacionalista.
¿Acaso no son centralistas los catalanistas? Barcelona es el ombligo; ¿y los españolistas?, Madrid es «Paña»; ¿y los franceses?, que todos dicen ser de París; y un poquito más lejos los «rusistas», sean blancos, bolcheviques o neocapitalistas, pues casi todos han acabado a orillas del Moscova… No, nacionalismo y centralismo no son contrarios.
En todo caso, si me permites la sugerencia, yo habría utilizado nacionalismo-universalismo, o centralismo-federalismo.
Un abrazo.
Veo que no me he explicado, querido Félix. Todas esas oposiciones dilemáticas me parecen falsas y manipuladoras. La que mencionas, también.
Paco,te has explicado perfecto,pero lo que ocurre es que todos,hasta los considerados mentes abiertas,neuronas del claro oscuro,bulbo raquídeo que distingue el blanco del negro y observa la gama de colores muy amplia,pues tb allí reina el frame,framing o como quieras llamarlo.En todos.Pero claro,para eso somos libres,tb de pensamiento,o sobre todo de pensamiento,y podemos superarlo.y si el vulgo dice que hay de todo en la viña del señor,es que es asñi y contraponer,facha-rojo,es tan tonto,o tan retorcido,como decir rubia-tonta y morena-lista,o términos más sofisticados,xq los que somos eclécticos no somos medias tintas.Bueno,que me he desnudado más de la cuenta y esto deb e ser más distante y no tan personal.
Antes era, al menos del boquilla, varias cosas que terminan en ista. Pasan los años y no sólo se me cae el pelo, sino también, espero, algunos corsés mentales.
¿Frames? En el negociado internetero los frames pueden producir urticaria.
Iba a seguir contando algo más pero no tengo más tiempo (y tampoco es cosa de que los burgaleses de Vadillos monopolicemos tu blog, ¿eh, Alfonso? Abrazos)
EL libro de Lakoff lleva camino de convertirse en manual de cabecera para los políticos, aunque su contenido tenga poco que ver con la política, sino más bien con el marketing. Los políticos (y Lakoff) nos tratan como clientes y por eso les resulta mucho más efectivo aplicar lo del framing. La asignación de etiquetas y logotipos hace identificable el producto que nos quieren vender. Consecuencia: los manuales de los políticos ya no hablan de ideologías ni siquiera para revisarlas: una idea vale si encaja en su marco, y si no se desecha, ya no es necesario repensarla ni estudiar las consecuencias de su aplicación.
Para los que tratamos de escapar de estos esquemas lo malo es que la gente no escucha lo que les dices, sino desde donde se lo dices según su esquema mental preestablecido, y harán lo imposible por encajar tus palabras donde ellos creen que deben ir. Esto les convierte en sordos. Tú y yo sabemos mucho de eso de hablar para quien no quiere escuchar.
Gracias por el enlace (aunque me pillas con la casa sin barrer!!)
Lo peor de los esquemas mentales es que acaban encallececiendo, endureciendo y desfigurando el tacto y la percepción. Al final no se arregla ni con un callista. Cuando la protuberancia adquiere gran tamaño tiende a usarse calzado de punta amplia y revirada como las babuchas de un bufón. Podría ser divertido, si el chistoso portador de las pantuflas fuera sagaz e imaginativo, pero por desgracia, los esquemas mentales también limitan la imaginación y la creatividad.
Si no se les da una vuelta a las cosas y se usan siempre los mismos manidos y superfluos tópicos, nunca será original el resultado… Siguiendo los mismos preceptos e idénticos argumentos, los creadores acaban pareciéndose todos en su sosa y aburrida condición…
Ahora en serio…
Es posible que esté arrimando el ascua a su sardina, pero creo que algo de razón tiene el señor Lakoff .
Una anotación: esta explicación es mucho más convincente con una pizarra delante, poco a poco y pidiendo la participación de los alumnos, que es como yo la recibí.
Cuando las oposiciones de partida (izquierda-derecha) llegan a la 6º o 7º línea las relaciones de lo que es ser derechas y ser de izquierdas son auténticos disparates que, o se toman desde al fanatismo, o son imposibles de asumir. Las caras de la clase (creo que debió ser la primera vez en la que un hubo consenso total) eran para sacar una fotografía y colgarlas en la web.
¿El problema de todo eso? O se vive en el autoengaño o es necesario romper el dogma. Entonces empieza lo más difícil: pensar por uno mismo, sin manual.
Dándole otra vuelta…
Creo que la importancia de los esquemas mentales en nuestro proceso de toma de decisiones emana de una cualidad muy humana. Es esta, conjuntamente con el lenguaje, la que nos diferencia de los primates superiores. Estos, según algunos expertos en etología, no siguen mecánicamente las referencias del líder. Su memoria inmediata es portentosa y usan muchas mas variables en la resolución de los problemas que se le presentan día a día, Nosotros hemos sacrificado esa capacidad para poder planificar a largo plazo. Gracias a esa potestad, podemos construir sobre esquemas preestablecidos dando pié a la cooperación y a la ciencia. Si bien debemos la cultura a aquella facultad, es también culpable de coartar las cualidades mas apreciadas en los creadores de cultura: La imaginación y la actitud crítica.
Desde hace muchos años la neurolingüística ha reconocido este tipo de manipulación lingüística. Enfrentar al interlocutor entre el blanco o el negro y por lo tanto privarle de la toda la gama de grises supone una estrategia muy efectiva para el comunicador. De esta manera, imponer una creencia resulta sino más fácil, falso y artificioso.
En los medios de comunicación, la política, etcétera el enfoque y el encuadre que se le da a la realidad nos hace vulnerables. Atenerse a una perspectiva única para poder abarcar toda la escena nos llevará muchas veces adonde los demás quieren.
De todas maneras creo que estas dicotomías no hacen gordos mentales sino más bien rompen espejos para que ésos no puedan mirarse en ellos. Es decir, se simplifica el miedo a equivocarse, a tener que elegir. Que otros lo hagan por nosotros. Que se nos tranquilice poniendonos en el lado que nos gusta estar, sin más.
Rezaba aquel spot publicitario: ¿Y tú de quién eres?. Pues yo soy de limón.
Un saludo.
Amigo Leandro: ¿qué tendrá el paso del tiempo para que esos clichés mentales desaparezcan? ¿Comprender que por encima de las etiquetas están las personas, cada cual de su padre y de su madre, y saber reconocer la dignidad de cada una de ellas?
(Uf… Colegio Nacional Público Mixto Los Vadillos. Así se llamaba. Ahí aprendimos tú y yo a disfrutar con los libros y con el ajedrez. Abrazo).
De todas formas los esquemas, como los prejuicios, tienen su función. Lo peligroso no es tanto que existan en nosotros, sino no ser capaces de romperlos en su momento o permitir que con ellos se nos manipule y dirija. El problema no es colocar la etiqueta, es irse dejándola puesta sin dar lugar a conocer.. como explicaba Flannery.
Yo, por ejemplo, me considero de izquierdas… pero no voy a dejar que por ello nadie me lleve por un camino si pensarlo primero. No voy a pensar, por ejemplo, que el hecho de que la seguridad social gestione las operaciones de cambio de sexo sea un gran progreso. Por poner un ejemplo…
Pero soy de izquierdas. Ya lo creo!
O peor de todo é cando eses esquemas se aplican ás relacións humanas e a xente se estraña de que unha persona que consideran do grupo D, poñamos por caso, sexa amiga de outra do grupo I. «¡Qué amigos más raros tienes!» ou «¿Cómo puedes ser amiga de alguien que piensa… o que es del grupo…?». E xa está, non se fala de afinidades, afectos, aficións, conexións, sensibilidades comúns… Só de etiquetas simples e incompatibles.
En fin… ellos se lo pierden.
Me gustó mucho. Yo soy FACHA, DE DERECHAS, DEL REAL MADRID Y RELIGIOSO (a mi manera; que “el sexto” lo llevo muy mal). Y se me olvidaba, CIENTÍFICO. Que la Ciencia no tiene ideología; sí la tiene quién la paga. No cumplo, como ves, todos los tópicos, que soy casi una caricatura de tu artículo
¿Los toros son de derechas?
La razón principal por la que soy antitaurino es porque de pequeñito, a las cinco de la tarde, muchas veces me suprimían los dibujos animados para ponerme la corrida de la Feria que fuese. Eso, de verdad, era un verdadero fastidio para los niños de los ’70 cuando sólo existían dos canales. Si son o no de «derechas» o de «izquierdas», algo que viene de tan antiguo como Creta no creo que se ciña a esas etiqetas. Hay mucha mitología en el toro y en la tauromaquia. Quizás lo que sea «de derechas» sea el negocio y la farsa en la que se ha convertido ese espectáculo. Pero yo, a Anna Barbera y a los dibujos de la Warner Bros que me hacían reír y soñar
Me olvidaba comentar que hace años, en pleno auge del «vazquismo», cuando se celebraba la Feria de La Coruña, la gente que acudía a ella era «gente bien», de derechas. Parece que hay una relación entre determinados acontecimientos sociales y la filiación política. lo que no tengo tan claro es que en Ferias con más raigambre como San Isidro o Sevilla toda la gente sea de la misma tendencia política. A veces no son los toros, o los caballos (Casas Novas) sino el grado de pailanismo mental al querer disociar el acontecimiento en sí de la proyeccción social que le deseamos dar. Un ejemplo: Me encantan los chuletones de buey a la piedra. Si además me ponen patatas o verduritas, me encanta, no protesto, pero lo fundamental es EL CHULETON. Y lo que creo es que con los toros (y otras cosas) nos quedamos con las patatas.
Bufff, esta entrada ha dado para mucho y hay un montón de argumentos de todo tipo. Me preguntaba si al decir que las oposiciones dilemáticas son falsas y manipuladoras no estaremos siguiendo una oposición dilemática. No sé si me explico.
La verdad es que quizás habría que tender a la simplificación. Esas oposiciones, o esquemas mentales preestablecidos, perjudican al ser humano en sus relaciones con otros seres humanos y también en la toma de decisiones. Sin embargo, todos necesitamos un punto de partida ya que el pensamiento no se puede sustentar en la nada. Entiendo que el punto de partida debe ser la realidad de las cosas. Sólo desde ahí alcanzaremos la libertad de pensamiento. Pero, ¡ojo!, esa libertad de pensamiento está limitada por nuestra propia capacidad porque inicialmente hemos limitado la realidad a ella. Por decirlo más claro, es como el niño que se encontró San Agustín que pretendía meter el mar en un agujero hecho en la playa.
Unha aperta,
Mikel
Y digo lo de antes porque me da la impresión de que los esquemas mentales tienen tanto éxito porque comparten algo con la realidad. Digamos que es una manera un tanto pedestre y pobre de acercarse a la realidad pero una manera, al fin y al cabo.
Vaya, y se me ocurren un montón de cosas más….pero ahora no es el momento…
Mikel
desde que alguien se acerca a tu cuna y te pregunta…a quien quieres más a papá o mamá,ya estamos en ello,y desde ahí pasamos a el framer,la dicotomía,el negro y el blanco.Ah por cierto,no hay mayor dicotomía que lo de hombre-mujer.Será por eso que cuesta tanto pensar en PERSONAS,aunque otra vez el 2,tengamos dos hemisferios cerebrales.
Parte de mi jornada se desarrolla entre un grupo que se cree eso de la doble columna. Espero que el tormento se me recompense con un pedazo de nube jugosa y blandita…
Tendrás tu nube, pianista. Me parece que sobre esto debería escribir otra entrada. En concreto, sobre la función de los inevitables prejuicios