La Voz de Galicia
Libros, música y seres humanos
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Defiende Di Marco:
-Cualquier pronóstico es un deseo.
Pero Renzo está a otra cosa. Habla de hijos y de la culpa, de la culpa que se cree superada y que crece.
-Mis hijos, Di Marco, si me ven, cambian de acera.
Di Marco sigue a lo suyo. Mira al río sucio:
-Queremos que edifiquen imperios que nunca veremos. Los mismos o parecidos imperios en los que nosotros fracasamos.
Renzo ahora sí le escucha y le dice:
-Uy, fracasar no es una palabra. Es un cubo. Tiene demasiadas caras.
Y los dos se marchan a ese boliche que tiene el fulgor espasmódico que le da un neón casi cascado.