Si generalizamos -porque a veces viene bien- este año no ha sido precisamente uno de los mejores de la década. Definitivamente no ha sido un año de abundacias materiales. Esa amenaza latente llamada crisis de deuda se cierne sobre la tranquilidad de los españoles, de los italianos, de los griegos, de los portugueses…
Noticias que antes nos quedaban muy lejos se han convertido en una pesadilla constante de la mano de entidades como Standard & Poor, Fitch y Moody´s. Cada vez son más las personas que se sienten contra las cuerdas, víctimas de la desesperanza al contar los días que faltan para que se les termine una prestación económica.
Aquí, en Galicia, las imágenes de centenares de personas haciendo cola afuera de los comedores públicos hicieron que se nos helara el corazón.
La crisis nos está golpeando fuerte. Muchos empleados salen de sus casas cada mañana con un solo deseo: no engrosar las listas del paro. Y el cambio de Gobierno no promete ser la solución a este desolador panorama que nos deja el 2011.
Los deseos para el nuevo año, esos a los que nos entregamos entre uva y uva, se convertirán esta última noche del año en una tabla a la que podremos aferrarnos en silencio, mientras cenamos junto a la familia intentando apartar los momentos negros del año viejo para centrarnos en los que nos hicieron sonreír.
Dicen que la esperanza nunca muere, así que recarguemos la energía positiva para enfrentar un 2012 que no promete ser mucho mejor que estos 12 meses que hoy se desvanecen para siempre.
Para terminar el año me quedo con estas frases de Xosé Carlos Caneiro, columnista de La Voz de Galicia…
«Non sufras. Que non rouben a risa. Que o paxaro da felicidade poida aniñar no teu cabelo, dourado de sol, negro de chocolate, vermello, gris, invisible. Por favor, non sufras. Esteas onde esteas, encerrado, triste, túnel, han de acabar as sombras. Acariña 2012 coa punta dos dedos, reza comigo a oración dos días felices(…). Que non te abrumen os poderosos, líderes e lideresas, e as súas heroicidades: en realidade, os grandes heroes do noso tempo son os que soportan a enfermidade e non perden de vista a esperanza, nunca; os heroes son os que coidan aos enfermos; os heroes, os que están a carón dos necesitados, sempre. Oxalá 2012 escriba estas palabras que eu escribo cada xoves, cada desgarro, para ti. Non sufras, por favor».
¡Fuerza y mucho ánimo para el 2012!