Después de tres largas semanas de quejas, peticiones y protestas, Habiba se ha reunido con su hija de 15 meses y se han fundido en un largo y emotivo abrazo. Están juntas otra vez para intentar continuar con su vida tras la abrupta separación promovida por el Instituto Madrileño del Menor y la Familia (IMMF). Lo que comenzó como una sanción por, entre otras cosas, no abandonar la lactancia, se convirtió en una pesadilla para una madre y para una niña. Una pequeña de 15 meses que no entiende de trámites ni de burocracia. La hija de Habiba solo tenía una cosa clara: su madre se fue, la dejó, la abandonó.
¿Quién y cómo le explica a una niña de año y medio que fue separada por motivos absurdos por una institución creada para velar por el bien de los menores? Ahora el IMMF se protege diciendo que devuelve a la pequeña porque Habiba ya tiene trabajo y otras excusas que intentan solapar el error que cometió, y que tuvo que enmendar tras el apoyo que la joven madre marroquí recibió de expertos como la psiquatra infantil Ibone Olza, e instituciones como la Fundación Raíces. Y, desde luego, por el soporte emocional y físico de más de 6.000 personas que se congregaron en Facebook para luchar por una causa justa.
Gracias a todos los que se movilizaron con protestas pacíficas, con escritos, con firmas, con sus blogs, cantando nanas o con cualquier gesto, por mínimo que fuera, para apresurar el esperado reencuentro.
Como una imagen vale más que mi palabras comparto esta foto del reecuentro que Ibone subió al muro del grupo en Facebook para deleite de todos los integrantes… Enhorabuena Habiba.