La Voz de Galicia
Aprendiz de madre
El blog de la crianza y la conciliación
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Resulta sorprendente que una empresa que comercializa productos para bebés fomente en su web conceptos tan irritantes como el castigo físico.  Y más si se trata de una multinacional como Dodot que, durante años, se ha mantenido entre las marcas favoritas de las madres en cuanto al consumo de pañales.

Estoy totalmente en contra de cualquier tipo de maltrato infantil y por eso comprendo perfectamente que las #mamastuiteras y las #mamasblogueras con las que diariamente interactúo a través de Twitter y otras redes sociales, estén indignadas por un artículo titulado El castigo físico y publicado en dodot.es.

Firmado por la pediatra Suzzane Dixon el artículo -que al parecer ya fue retirado de la web- señala lo siguiente…

Pegar, una de las formas de aplicar castigo físico se define como:

– Castigo físico que no es perjudicial.

– Su objetivo físico es modificar el comportamiento.

– Se aplica con las palmas de las manos en los brazos, las piernas y las nalgas del niño.

No sé en que fundamente sus argumentos esta «especialista», pero yo como simple mortal que consulto la Rae encuentro que pegar se define -en una de sus acepciones- como «Castigar o maltratar a alguien con golpes». Y aunque no soy pediatra como Dixon, entiendo perfectamente que el maltrato SÍ ES PERJUDICIAL.

Dice la susodicha que el objetivo de pegar es modificar el comportamiento. Claro, igual que el de la tortura, no te fastidia. Creo que hay muchas otras formas de «modificar el comportamiento», si la madre así lo considera oportuno, y que no requiren de violencia ni malos tratos.

En otra parte del artículo la pediatra recomienda a los padres «no pegar ni a bebés ni a niños de dos años ya que el riesgo de causar heridas y de que el castigo se intensifique es mayor para este grupo de edad». Menos mal que nuestra eminencia invitada se dio cuenta de este pequeño detalle, que considerada.

En fin, no podemos tolerar que se fomenten actitudes violentas en contra de los más pequeños. Ellos también tienen derecho a ser felices, a sonreír y a crecer sin necesidad de golpes. Hay muchas otras formas de concienciar y de educar a los niños con amor, con afecto, con abrazos. Y lo peor es que somos las promotoras de actitudes tan saludables como la crianza con apego y la lactancia las que constantemente somos objeto de burlas y críticas, mientras que mujeres como Dixon tienen un lugar en las webs más populares para colgar su punto de vista sobre como (mal)tratar a los niños.

Anexo una captura de la primera parte del artículo para quien quiera echarle un vistazo y/o formar parte de esta protesta grupal en los blogs. Lo importante es no callar.