Este año ha sido especialmente duro para toda mi familia. Hemos intentado refugiarnos en la cotidianidad para seguir adelante y tal vez esa sea la razón por la que los días han pasado mucho más rápido de lo que esperaba. Agosto está por terminar y el verano pronto será un recuerdo más del álbum fotográfico. Las últimas semanas Montse, el aprendiz de padre y yo nos propusimos disfrutar como locos de nuestro tiempo libre. Y lo hemos conseguido. De ahí que saber que el próximo 1 de septiembre volveremos a nuestra rutina académica-laboral me pone un poco triste.
La peque iniciara su último curso en la guarde y desde que empezó ha crecido mucho emocional y mentalmente. Tiene un entrañable grupo de amigos con los que disfruta al máximo. En septiembre de 2009 estaba angustiada pensando en esa primera separación, dejarla en manos extrañas me daba miedo. Pero hemos superado con creces esa prueba y estoy segura de que disfrutará este nuevo año mucho más que el anterior.
Mi hija ya tiene 2 años y es plenamente consciente de su mundo familiar y escolar. A veces olvido que ya no es un bebé pero ella me lo recuerda:
– Montse ven… que te pongo los zapatos
– No mamá, me los pongo yo que ya soy mayor.
Y a mi se me congela la sonrisa pensando en que tiene razón: ya es una niña mayor. No es que no quiera que crezca, es simplemente la añoranza de aquella bebé a la que tenía siempre en brazos escuchándome atenta.
En fin, que el tiempo no se detiene y la peque descubre todos los días algo nuevo que la enriquece y la hace aún más grande. Yo la observo en silencio admirando su madurez y anhelando hacer de ella una buena chica, una buena persona.
Ya tenemos todo listo para el regreso a clases. El uniforme está colgado junto a mis ganas de madrugar. Y sus zapatos esperan en una caja donde reposan serenamente las pocas ganas que tengo de separarme de mi pequeña.
Bonita entrada. ¡Qué mucho se quieren a los hijos y que muchas enseñanzas compartimos.
Hola!
Estamos iniciando un proyecto entre madres y escritoras blogueras, podrías ponerte en contacto conmigo? no encuentro ningún mail tuyo.
Una abrazo.
Raquel
El tiempo pasa volando, Alfonsín. Me parece que fue ayer cuando empecé a leerte en silencio, viendo crecer a Montse y a ustedes. Creo que hacen una labor estupenda y que seguramente, como quieres, esa niña mayor que tienes contigo será una chica excelente.
Que este año esté lleno de aprendizaje y felicidad para todos.
😉
Saludos,
A.
es verdad, parece que fue ayer cuando leí tu primer comentario. Gracias por todos los buenos deseos, un abrazo fuerte!
¡Hola! Te sigo leyendo en cuanto puedo, perdón por no comentar más seguido, pero mis ocupaciones domésticas a veces no me lo permiten.
Es cierto que los niños crecen demasiado rápido, más de lo que uno quisiera, por eso creo que uno debe ser totalmente consciente del tiempo que pasamos con ellos y de compartir lo máximo posible con ellos.
Saludos, Stella
Ah, si quieres seguir mi blog que ya es privado me puedes mandar tu solicitud a mi correo: esebe8@hotmail.com
te entiendo perfectamente, no te preocupes que batante hacemos para dedicar algunos minutos a bloguear y comentar. Un abrazo!
Aaaaw Azu… Una mezcla de melancolía y ganas de eternizar la última semana de vacaciones para no volver a la rutina, ¿no?
Un abrazo!
Louma
así es Louma, pero el tiempo no se detiene y el verano quedó atrás irremediablemente 🙁
Te entiendo perfectamente. Mi pequeñaja irá por primera vez la semana que viene y la verdad es que no lo estoy llevando muy bien. No pensaba que me fuera a costar tanto! Por suerte tenemos todo el primer mes de adaptación, yo lo voy a necesitar. Mucho ánimo para vosotros
Estoy casi segura de que tu peque no necesitará más de dos o tres semanas para adaptarse. La guarde les ayuda a socializar y además les resulta divertido estar jugando, bailando y cantando algunas horas con chicos de su edad. Espero que tú te adaptes pronto a la nueva situación, un abrazo y ánimo… ya me contarás que tal os va