As Pías (2)
Sabía que no podría aparcar, así que paré un momento delante del crucero para que mis padres bajaran y me fui a buscar sitio unos quinientos metros más allá. Regresé contando coches. Calculé que pasarían largamente del millar. Había también algún autobús. Y bastante gente a caballo. Ya de vuelta, vi que le habían puesto muchas flores y velas a la Virgen del crucero. Lo mandó erigir el señor de Golmar, D. Pedro de Barallobre, a mediados, supongo, del siglo XVII.
Además del crucero hay una ermita, malucha, probablemente construida en dos fases, sin otra ornamentación que un retablo que se cae, sin bancos, sin nada, salvo un coro pequeño. Entré como pude, braceando entre la gente. No cabía un alma. Abundaban los matrimonios jóvenes con hijos pequeños. A mi izquierda, uno de dos años en brazos de su padre le decía a la madre: “Mira, a santiña ten unha … Seguir leyendo