La Voz de Galicia
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Sabores de verano

Que las manzanas no huelen, los tomates no saben, los melones son pepinos camuflados y las fresas son tan gordas como insulsas es algo que sabemos y sufrimos desde hace años.
Que es muy probable que toda esta calamidad se deba a las bondades de la genética y las nuevas técnicas de cultivo y de distribución es algo que nos tememos.
Lo más dramático es que a fuerza de postmodernidad, estamos perdiendo el registro neuronal de aquellos sabores que cautivaron a nuestros ancestros, sustituyéndolos por una plétora de saborizantes, edulcorantes y conservantes al gusto de la novedad que se venda en el hipermercado.
El cambio en los hábitos de compra y alimentación nos está llevando a un empobrecimiento de los sentidos, más adiestrados estos para disfrutar de la novedad y el chollo que del sabor.
Los sabores básicos se han ido diluyendo al mismo tiempo que las estaciones que los … Seguir leyendo

Cyrano de Beijin

Todos los deportistas de alto nivel saben que ganar la gloria olímpica es algo distinto a cualquier otro trofeo.
Un campeonato del mundo de esgrima o de ciclismo en pista
—por poner algún ejemplo— sólo lo siguen un puñado de aficionados, generalmente practicantes o familiares de practicantes. Las olimpiadas las sigue el mundo entero.
Los juegos olímpicos son un banquete deportivo, una orgía planetaria en la que está en juego no sólo un record o una medalla, sino los laureles del honor, la bandera, la Patria y demás zarandajas simbólicas mucho más poderosas e importantes que cualquier otro tipo de triunfo.
En los Juegos Olímpicos jugamos todos a todo; el éxito se computa en la suma de medallas más que en una u otra disciplina. Cualquier deporte es importante porque al final, lo que cuenta para todos es el puesto del país en el medallero general.
Hace unos días, veía … Seguir leyendo

La verdad por chicuelinas

Cuando desaparecen los adornos sólo queda la verdad y la verdad del toreo no es sólo dominar a un toro.
José Tomás —el torero más carismático del siglo— vive solo con una cajera en una vivienda unifamiliar, no se relaciona apenas con nadie, no concede entrevistas, no colecciona estampas de santos, coches de lujo ni chicas bandera. Jose Tomás no hace otra cosa que pensar en el toro. El toro no es sólo una obsesión que le amenaza de muerte; es la muerte en forma de toro : “No quiero morir, sólo ser perfecto”—dice, quizás sin saber que la perfección es otra forma de morir—. Torear es vencer a la muerte con la muerte.
Cuentan que Juan Belmonte —otro torero secular— sufrió un severo impacto emocional tras la desaparición de su eterno rival, Joselito. Con su ausencia quedó sin posibilidad de sublimar la vida en la vanidad de una competición … Seguir leyendo

El gastrónomo

Es una historia fascinante, un verdadero best seller, un thriller culinario.
Imagínense una trama en la que Paul Beaucusse —el prestigioso chef suizo padre de la nouvelle cuisine y de la más sublime lubina al hojaldre que se pueda degustar—, urde desde su restaurante de Lyon la siguiente intriga: escribir un libro sobre todos los restaurantes poseedores de las tres estrellas Michelin, para desenmascarar algunos impostores y, sobre todo, encontrar argumentos que desprestigien a uno de sus más odiados adversarios, Ferran Adriá, al que nunca reconoció su genio y quien le arrebató el título de mejor cocinero del mundo.
Para ello se sirve de un compatriota gastrónomo de absoluta confianza a quien encarga la recogida de información y financia el periplo de espionaje gastronómico.
La historia va desarrollándose de ciudad en ciudad y de restaurante en restaurante galardonado con la gloria de las tres estrellas Michelín colgadas en sus vestíbulos. … Seguir leyendo

Borja y Paquirrín

Contemplé estupefacto hace días unas fotos de Borja Thyssen en el metaprograma de la sobremesa de la seis, en las que se le veía al lado de su señora y detrás de su madre, los tres juntos en actitud de ir de compras veraniegas. Fue una de esas visiones que a uno le refuerzan las verdades que el bueno de Sigmund Freud desveló hace años con una lucidez acomplejante, pese a quien le pese.
El caso es que suegra y nuera parecían clónicas, exhibían el mismo aire entre glamuroso y jicho, con las mismas tetas y los mismos morros operados por la misma firma.
Entre ellas se veía a un Borja de aspecto sindrómico, engordado a base de pesas y anabolizantes, luciendo tatuajes canallas y con cara de comerse los mocos entre serie y serie de pectorales. ¡¿Qué le ha pasado a este chico?!
La última vez que recuerdo haberlo … Seguir leyendo