La columna que publico en el último Nuestro tiempo empieza así:
A muy pocos profesores nos gusta corregir exámenes o ejercicios. Tampoco a mí. Disfruto cuando puedo trabajarlos con calma y a ratos, sin pegarme un atracón. Pero sufro. Lo paso mal, porque esos ejercicios dan la medida exacta de cuánto he conseguido enseñar o, mejor dicho, de cuánto he conseguido que aprendan. Hoy he corregido todo el día, he suspendido a casi todos y, por tanto, a mí mismo. El caso es que había diseñado un examen más fácil que el anterior, que también suspendieron casi todos. Quizá lo puse más fácil para no suspender yo. (leer más)
Paco non pagues coa túa saúde as carencias do sistema educativo, non debes sufrir polo que outros organizan mal , se cadra terías que exixir mellor dotación de persoal de apoio.
Polo que toca aos alumnos esa dispersión que teñen e culpa nosa dos pais que os temos acostumados a ter todo ao instante
Debo reconocer, Paco, que la primera frase me ha dejado perplejo: «A muy pocos profesores nos gusta corregir exámenes o ejercicios. Tampoco a mí»
No sé si será un «galleguismo», pero está bien eso de apuntarse a los dos bandos.
Es un arranque lamentable y no sólo por eso 🙁
Pensaba que la tercera frase sería un «yo en cambio disfruto» porque la intención de las dos primeras era jugar al despiste;). En cualquier caso sonreí todo el tiempo mientras lo leía y me sentí muy identificada con tus alumnos. Fijo que sólo quieren acertar:)
«Es que no me creen, pero tengo problemas de atención». Le dije que no, que sus problemas de atención andan muy cerca de los míos y de los de sus compañeros, de los de todos.
Pues sí, pues sí… Estás que te sales, je, je.
Hay un tercer grupo de profesores que no nombras. O, si no es un grupo, es una persona, un compañero, que me dejó perpleja una vez. Cuando compartía con él mi pesadumbre por los pésimos resiltados a la vez que le preguntaba su secreto para obtener unos tan buenos y tan diferentes a los míos, me dijo: «Tú lo que tienes que hacer es leer no lo que pone, sino lo que ellos han querido escribir»
Es verdad, ja, ja. Lástima que no pueda aplicarse, precisamente, a los ejercicios de escritura.