Cuando se tiene una visión chata de la vida, casi todo se ve chato, excepto lo que es chato de por sí, que se representa entonces agrandado y perfectamente nítido —como chato que es— en la mente estrecha. La cosa no tiene mucho remedio. Para quien carece de la sensibilidad necesaria un poema parecerá una pérdida de tiempo, comparará un cuadro abstracto con un borrón infantil y encontrará aburridas o imbailables ciertas músicas. Para el egoísta, el generoso resultará ingenuo o incluso tonto, del mismo modo que el perro será incapaz de ponderar la belleza de la perdiz que persigue a campo través. Hay que hacerse a la idea.
Por eso, en tiempos en los que lo sublime tiende a producir repelús, indiferencia o abierto desprecio, reconforta la crónica de los 33 mineros chilenos, llena de palabras como fe, esperanza, solidaridad, esfuerzo, empeño, audacia, magnanimidad, paciencia, coraje, gratitud. Todas las grandes palabras comparecen en el caso, pero sin la impostación que las ha convertido en impopulares por culpa de los logotraficantes, gente que suele adscribirse, por cierto, al grupo de la visión chata: los que sólo piensan en términos de poder y dinero. A esos no hay modo de sacarlos de ahí, y si ven que la clave religiosa ha tenido su parte en la esperanza de los mineros, la acallan o la traducen a términos políticos, que son los únicos que realmente entienden.
Pasa también con los viajes del Papa. La primera fase de la artillería chata consiste siempre en la alusión a sus costes, algo que les importa poco o nada cuando se trata de fastos más chatos, menos sublimes. Pasó en Portugal y pasó en Gran Bretaña. Sucede ahora en Barcelona y en Santiago. No me parece buen camino refutarlos siguiendo su lógica: nunca se podría achatar lo bastante la explicación para que la entendieran, y se correría el riesgo de rebajar lo sublime al tamaño de unos cuantos.
Barreiro Rivas y la visita del Papa a Santiago.
El peligroso octogenario, Antoni Puigverd, en La Vanguardia.
Es visión chata…e ignorancia supina (o querer ignorar deliberadamente) que el año Santo es una manifestación de fe. Trabajo en Santiago y escucho toda clase de opiniones…normalmente contrarias a la visita del Papa. Nadie lleva la contraria….No es políticamente correcto. Yo les diría a estos «ilustrados» ¿Qué sería de «Campus estelae» sin Saint Yago? Pues nada. No sería más que otro pueblo de la Galicia rural.
Que venga el Papa por el Año Santo me parece tan natural que no me planteo un motivo para no desearla. Si es el coste…En fin, creo que no merece respuesta
El «pensamiento débil» no tiene límites.
En mi opinión, no nos encontramos ante un problema oftalmológico que podamos identificar con la «visión chata». Los síntomas evidencian claramente que se trata de un caso de «visión sectaria». Y la Oftalmología es impotente ante el síndrome de la «visión sectaria». Todos los estudios realizados indican que no tiene su etiología en daños del globo ocular, por lo que las hipótesis más consistentes apuntan hacia algún tipo de trastorno de índole neurológica o psicológica. A pesar de ello, parece que el borrador del DSM-V de la American Psychiatric Association seguirá sin incluir esta patología dentro de los trastornos mentales diagnosticados. Tal vez se deba a la enorme variedad de manifestaciones que presenta, cada una de ellas con infinidad de matices. Y a que no hay un consenso científico en lo que a su tratamiento clínico se refiere. Al parecer, destacados miembros de la APA han manifestado en privado que el trastorno hunde sus raíces en la estupidez humana, así de simple. Pero, desde el punto de vista de la Psiquiatría, la cuestión está muy lejos de ser simple: la estupidez humana es algo ante lo que la Medicina ha fracasado una y otra vez siempre que se ha propuesto extirparla.
Mal asunto.
En contra de lo que pueda parecer, el sectarismo sí es un problema oftalmológico: se ve todo limitado por una sola idea 🙂
La «artilleria chata contraataca.»
Y vamos a darle bajo el slogan EU NON TE ESPERO,lo que se merece a este màximo representante del sionismo.ELLOS si son la Secta,y nosotros podemos decirlo abiertamente porque no nos va el trabajo en ello como a ti Paco Sànchez .Cuando toda la poblacion despierte y se de cuenta de quienes son los dueños de los medios de comunicaciòn,de cuanto nos han mentido e su beneficio entonces periodistas hipòcritas id buscando otro trabajo.