La Voz de Galicia

Xosé Luis Barreiro Rivas adelantó ayer en el encuentro digital que mantuvo en lavozdegalicia.es lo que dice  hoy en su columna del periódico.

Copio los párrafos tercero y  último, pero vale la pena leerla entera:

Pero lo que yo veo en el fondo de este colosal milagro es que el poder del cielo sigue siendo mucho mayor que el de la tierra, y que, después de habernos creído que habíamos inventado el Xacobeo para salvar el año santo que se diluía en los mares del laicismo y en la incredulidad de los posmodernos, tenemos que aceptar que la historia se ha vuelto del revés, y que va a ser el milenario año santo, el que trae a Santiago al primero de los peregrinos de la fe, el que va a salvar del desastre la confusa feria que viene siendo el Xacobeo (…)

Para mí sería un inmenso gozo que la visita del Papa confirmase de una vez que Santiago no sería Santiago sin la fe, sin el papa, sin los cristianos que vienen a rezar, y sin los que -atraídos por la santidad que rodea el entorno catedralicio- vienen a la tumba del Zebedeo a imbuirse de la sacralidad que generaron los creyentes y que ellos solo consiguen sentir por aproximación. Y que, en este orden de cosas, dejásemos a la iglesia gestionar su tesoro y sin insistir en la feria de las vanidades que este año se estaba derrumbando -como diría San Agustín-con estrépito horrísono.