Peter Singer, padre del movimiento de liberación animal y gurú del aborto eugenésico y del infanticidio, de quien ya se habló aquí, abre hoy la página de colaboraciones de El País.
En fin… ellos sabrán.
(Actualización): en Internet política también se ocupan de esto.
Un auténtico morning singer.
Gracias por el enlace. Sería de risa si el Parlamento español no hubiera dado cancha al cantante y se propusiera aprobar una declaración en favor de los derechos de los grandes simios. Si la oposición (supongo que en este caso serían el PP, CiU y PNV) se metiera a saco con este tema, quizá salváramos el ridículo pero, en fin, tengo mis dudas.
Qué país.
Si los imperfectos se eliminan quizás también eliminemos nuestro futuro, pues nosotros siempre avanzamos gracias a los errores sobre todo en la genética. Lo que se sale de lo normal en muchos casos al cabo del tiempo acaba prevaleciendo y suponiendo un salto y un avance. Si el que nace imperfecto es eliminado, por el mismo argumento se puede eliminar al accidentado, al tullido, al de la locura sobrevenida, al senil, al depresivo, al borracho por perder aunque solo sea temporalmente la conciencia. También al enamorado por padecer locura transitoria y quizás también a los artistas o a los talentosos o demasiado avanzados a los casilleros de estos iluminados.
Lo que más me indigna, es que se pongan en la balanza los derechos de los animales. ¿Qué tiene que ver una cosa con la otra? Yo quiero a los animales, los considero mis hermanos. Quiero derechos para ellos y también para mis hermanos humanos. Y los humanos fundamentalmente somos humanidad. A diferencia de los primates superiores, nosotros tenemos familia que nos quiere. Tenemos pareja, hermanos, padres hijos y amigos. Ellos nunca renunciarán al derecho de amarnos.
Quien dice eso, no sabe lo que es de verdad querer. Me da mucha pena, porque nunca ha sentido la inmensa felicidad de amar sin más motivo que ese. De querer sin esperar nada a cambio, como una madre da la vida por su hijo, o un hijo de bien disfruta haciendo felices a sus padres ya mayores. Sentir como un niño con parálisis cerebral agradece tu caricia iluminando su carita con una sonrisa. No se que son esos seres indefensos. Quizás para algunos solo sean despojos de humanos. Para mi, son los mas humanos, porque al quererlos es cuando nos hacemos verdaderamente humanos.
Si tienes hombres que excluirían a cualquiera de las criaturas de Dios del refugio de la compasión y la piedad, tendrás hombres quienes se comportarán de la misma forma con sus compañeros.” San Francisco de Asís
Al revés también se puede leer. Si no quieres a los seres humanos, no querrás de verdad a los animales.
No me resisto a comentar este asunto.
En primer lugar, me parece increíble que este señor sea profesor de Bioética en Princeton. Ya sé a dónde no mandaré a mis hijas a estudiar.
En segundo lugar, leí hace poco una entrevista con una de esas amantes de los simios (no recuerdo si Goodall o Fossey). Me llamó la atención cuando contaba que ver a los gorilas en su medio natural le produjo una gran desazón al comprobar lo salvajes que eran y las salvajadas que hacían. Porque claro, a nadie se le escapa que estos simios son capaces de despedazar al más pintado (y despedazar quiere decir arrancarle los brazos, las piernas, la cabeza, etc.). Incluso a los de su propia especie
En tercer lugar, creo que lo mejor sería mandar a este señor Singer a la selva para que viva él solito con una manada de gorilas de esos bien grandes. Y que luego nos cuente…(si es que vuelve).
De todos modos, lo bueno de nuestro país es que, hagan lo que hagan los políticos, los ciudadanos de a pie haremos lo que nos de la gana.
Y las gallinas al gallinero, las vacas al establo, los caballos a la cuadra y los cerditos (¡benditos cerditos!) al chiquero. Luego nos los comemos y el señor Singer que siga en Princeton y no moleste mucho, por favor.
En cuanto a El País, pues no sé. A lo mejor quieren desviar la atención de otros temas más urgentes (véase crisis económica).
Apreciado Mikel. Siendo solo un aficionado a la etología, aún así, no quisiera que se asociaran todos los primates superiores con ese concepto de la violencia que tu ilustras incluso con desmembramientos. Puede corresponder a los gorilas o chimpancés, pero no creo que sea adecuado para los orangutanes o los bomonos, que a diferencia de los anteriores son una sociedad matriarcal donde no se hace uso de la violencia. Eso si, ponen en práctica lo de haz el amor y no la guerra, pues son muy promiscuos. (Siempre se les achaca esto a los machos, pero no siempre es cierto ). En cualquier caso, no creo que la violencia nos distinga de ellos, pues en ese asunto nadie supera al homo sapiens.
Estimado Prometeo, ante todo quiero decirte que adoro y admiro a los animales, y sobre todo a los animales en libertad, a los animales salvajes. Pero me parece que el señor Singer ese ha visto demasiadas películas de Walt Disney y debe pensar que ‘os bichiños’ hablan y son buenos, y piensan y todo lo demás. Y creo que me has entendido. ¿Qué nos diferencia de ellos? Bastantes cosas, incluso la violencia o el modo de ejercerla.
Me parece, además, que en este asunto -criticar a Singer- estamos de acuerdo.
Por otra parte, quizás deberían incluir a otros animales ‘listiños’, como los delfines, por ejemplo.
Por cierto, estoy de acuerdo: si quieres a los hombres querrás a los animales. Ahora bien, no estoy tan de acuerdo en que al revés también se pueda aceptar.
Estuve una vez con un biólogo gallego, un ecologista clásico, amante de los pájaros y de la flora y fauna de nuestra tierra. Le hicieron la siguiente pregunta: Si tuviese que elegir entre salvar a un niño o salvar al último ejemplar de un pájaro, ¿qué elegiría? Tras pensarlo, no mucho tiempo, la verdad, respondió. «Salvaría al pájaro»
El problema del maltrato animal, a menudo, lleva a la confusión de pensar que los animales tienen una dignidad similar a la humana.
Lo cierto es que, como decía alguien, hay que respetar a los animales no porque tengan esa dignidad -que no la tienen-, sino porque quien no lo hace pierde la suya. Todo maltrato de un animal es un atentado, en realidad, contra la dignidad humana. Y ese es el problema, me parece.
Por lo demás, ya está formulado así en bastantes de vuestros comentarios.