La Voz de Galicia

Muy buena noticia esta reconciliación 70 años después del asesinato de veinte mil oficiales del ejército de Polonia, uno a uno, de un tiro en la nuca. Lo cuenta muy bien la película, Katyn, con cuidado de decir la verdad sin amargura ni rencor. Vale la pena.

Copio de La Vanguardia:

El gesto de acercamiento de Putin se redondeó el viernes pasado, cuando el canal estatal Kultura emitió Katyn, de Andrzej Wajda, antes difundida en Rusia sólo en círculos restringidos. El padre de Wajda cayó prisionero del ejército soviético en el otoño de 1939. Fue uno de los fusilados por el NKVD, no en Katyn, sino a las afueras de Jarkov. El director polaco cree que el drama no hay que dejárselo a futuras generaciones. «Los jóvenes no necesitan volver al pasado. Tenemos que pedir perdón y recordar que en Katyn no sólo hay oficiales polacos, sino muchos más huesos rusos», ha dicho al diario Izvestia.

Del perdón y del poder integrador que despliega también se habla mucho en otra película reciente: Invictus.