La Voz de Galicia

Realmente, la OMS se lo merece. Apunto solo un par de testimonios sobre tan benemérito organismo:

-Esta serie de reportajes de denuncia del Seatlle Times. El resumen, según ellos mismos es:

The Times found that:

• Pharmaceutical firms have commandeered the process by which diseases are defined. Many decision makers at the World Health Organization, the U.S. National Institutes of Health and some of America’s most prestigious medical societies take money from the drug companies and then promote the industry’s agenda.

• Some diseases have been radically redefined without a strong basis in medical evidence.

• The drug industry has bolstered its position by marketing directly to the health-conscious consumer, leading younger and healthier people to consider themselves at risk and to start taking medications.

(traducción de la negrita: «Muchos dirigentes de la Organización Mundial de la Salud, de la U. S. National Institutes of Health y de algunas de las asociaaciones médicas americanas más prestigiosas reciben dinero de las farmaceúticas y apoyan sus planes de acción»)

-De una entrevista a Manuel Patarroyo, que descubrió una vacuna contra la malaria, regaló la patente a la OMS y… (leerla entera asusta un poco):

-«Entonces, ¿qué es lo que ha impedido la generalización de la vacuna?

-No lo sé y no he querido entrar a analizarlo, porque la doné. En mi país se dice que a caballo regalado no se le mira el colmillo. Nosotros la donamos, no vamos a entrar a cuestionar nada; allá ellos con sus conciencias. Se donó, no hicieron lo que debía hacerse, allá ellos. Mientras tanto, nosotros trabajamos en el desarrollo de una vacuna mejor, con una eficacia mayor. Estoy buscando una vacuna mejor y ésta no se donará a la Organización Mundial de la Salud, sino a la humanidad, que fue donde estuvo mi confusión. Pensé que la OMS representaba bien a la humanidad y es mentira, representa una serie de intereses privados. Allá ellos, me tiene sin cuidado».

Claro que lo de la malaria, por lo visto, lo arreglarán en un momento Bill Gates y Zapatero (con algunos ordenadores y sistemas operativos de por medio, por supuesto)