Wonkapistas demuestra que no es verdad esa idea que se extiende por ahí, según la cual los divorcios están disminuyendo con la agudización de la crisis económica.
Me había llegado esa información y me pareció verosímil.
Más detalles en Wonkapistas.
Hace poco salieron unos datos al respecto en Galicia y, creo recordar que por primera vez en muchos años había disminuido. Se publicaron en los periódicos.
Mi madre dice que es porque la gente ahora no aguanta nada. También dice que cuanto mas lujosa es la boda, antes se divorcian, porque están acostumbrados al lujo y no al amor. Claro que también habrá quien estando avecindado en el lujo, para no renunciar al el, siga casado, aunque la llama del cariño ya esté extinguida y el fuego del hogar se convierta en una nevera repleta de afilados témpanos.
Una vez escuché por la radio una «razonamiento» sobre la indisolubilidad del matrimonio que me hizo gracia. Decía el comentarista en cuestión que una vez que te casas ya es hasta la muerte porque aunque te separes o te divorcies tu ex siempre va a estar ahí, para unas cosas o para otras. Y me parece muy cierto. La figura del ex marido o la ex mujer, siempre está presente en la vida del otro cónyuge. Nunca consigue, por decirlo de alguna manera, deshacerse de él o ella. Y es que el matrimonio es para siempre, je, je.
Yo le daría la vuelta al asunto que nos trae. ¿Cuanta gente que realmente celebra una boda realmente «se casa»? Conozco gente declarada agnóstica que me ha reconocido abiertamente que lo hacen por la Iglesia porque es más bonito. La Iglesia tenía que hacer cursillos prematrimoniales no de una semana, sino de un año. Cuando sólo te podías casar por la Iglesia, entiendo que al haber la ley del divorcio, no tardasen en hacer maletas. Pero si no restringimos las bodas al ámbito (pseudo)religioso, también nos damos cuenta que las cosas fallan. Yo estoy a favor de la responsabilidad y aquel que se quiera divorciar, mejor darle todas las facilidades, siempre que no se deje desprotegida económicamente a la parte más débil. Si yo contase casos…Ocurre que son bastante ásperas como para contar aquí.
¿Y cuánta gente que se casa en el juzgado realmente se «casa»?
Por si a alguien le interesa: Hasta hace poco (no se ahora con la crisis), se organizaban también una especie de bodas que celebraban la separación. ¿Raro? Pues me explico; Me comentó una señora que alquila un pazo para celebrar bodas, que para demostrar ante los amigos y familiares que rompían con buen rollito, se hace una fiesta con una especie de oficiante y todo que lee un discursillo antes de las fotos, la comilona y el baile. También me contó que los curas se niegan a oficiar en las capillas privadas de los pazos (no me extraña, los de la aldea no llegan de aquí para allá atendiendo parroquias). El asunto se ha resuelto así: la ceremonia real se celebra en la parroquia en privado solo ante los testigos y después un actor (si leéis bien, un actor que se sabe al dedillo la liturgia), vestido de cura hace una suerte de representación ante los invitados. Dicen que queda muy bonito y lucido y que el actor lo hace incluso mejor que el cura.
Mi madre por supuesto no me cree y piensa que le estoy tomando el pelo.
Muy poca. Conozco ya un divorcio de una pareja que me invitó a su boda civil. Pero mientras en estas sólo hace falta el acuerdo mutuo, en las religiosas, se supone, que hay que pasar un filtro. No estamos obligados a casarnos por la Iglesia como antaño, y si a alguien le molestan los cursillos prematrimoniales, que no los haga y vaya por otro camino. Y como sé que eso cursos, normalmente, no pasan el «control de calidad» adecuado…De todas maneras, la gente, case como se case, normalmente se mienten a si mismos (y como consecuencia a los demás) y más grave, como creyente (aunque a mi manera) que lo hagan ante Dios y ante una comunidad de creyentes.
Tiene su sentido, Prometeo. Cuando rompes una relación, sobre todo si es afectiva, y más aún si ha habido compromiso por medio,es bueno hacer una buena ruptura. Si rompes mal, puedes pasarte años conviviendo con un fantasma. No serás capaz de rehacer tu vida o en el mejor caso, te costará mucho.
Tan importante es, para mí, la ceremonia de compromiso como la de divorcio, separación o ruptura. Es el sentido de los duelos.