Leo en Rebufo:
«Maruja Torres (MT), la articulista ácida de El País de Madrid, ha ganado el premio Nadal de novela, de la editorial Destino. No leeré esta novela, ni falta que le hace a MT que nadie la lea. Ya ha cobrado 18.000 euros.
Es la misma MT que ganó el Planeta en 2000 con otra novela que pocos recordarán. Supongo que a MT también le daba lo mismo si leíamos o no Mientras vivimos, porque el Planeta tenía un premio de 50 millones de pesetas (300.000 euros).
Destino convoca el Nadal; Seix Barral, el Biblioteca Breve; Espasa Calpe y El Corte Inglés, el Primavera; la Diputación de Alicante y Planeta, el Azorín; La Fundación José Manuel Lara y Planeta, el Premio Fernando Lara; Planeta, el Planeta…
Destino, Seix Barral, Espasa Calpe, Planeta, Ariel, Ediciones del Bronce, Emecé y otras…: editoriales que forman parte del Grupo Planeta.
Hoy he leído el adjetivo iconoclasta dedicado a MT. ¿Iconoclasta?»
Es el stablishment, ya se sabe. Siempre tan aburrido. Prefiero a Prometeo, je ,je, que es de los nuestros.
A min, a verdade, toda esa cousa dos premios non me interesa demasiado…
(Non é necesario cansar a ninguén coas razóns, que están na mente de todos: a verdadeira literatura, a que nos leva a onde non estabamos, sempre tivo moi pouco que ver coas modas, que pola súa propia natureza son pasaxeiras, e cos produtos de consumo rápido.)
A escritura que transcende o noso propio tempo, cousa que dalgún xeito tamén é outra forma da eternidade, non nace do ruído, como vostedes ben saben.
Outra cousa distinta é que intentar que a escritura transite polos camiños dos que falamos sexa, con frecuencia, bastante ingrato.
(Aí xeralmente non hai premios nin aplausos, e moito menos cartos. Máis ben todo o contrario: ingratitudes, desprezo e a acusación máis ou menos velada de vivir á marxe dos problemas da sociedade.)
Pero en fin: cadaquén saberá como quere ser recordado
Paco, gracias por la promoción.
Pues Maikel, yo no se de quien soy, tengo muchas faltas de ortografía y no se nada de literatura y aunque lo digas irónicamente no me ofende, porque yo no vivo ni viviré nunca de escribir. Únicamente puedo serviros como un humilde proveedor de historias, pues eso si, creo que he vivido un rato, pasando alegrías y grandes penurias. Tan al límite he transitado por este mundo, que no se si tengo callosidades o al revés y como ocurre con los animales salvajes, me he vuelto mas sensible a mi entorno. Sin embargo esto no tiene mérito alguno y me recuerda que hace años visité un sitio donde criaban ratones de laboratorio y me regalaron uno muy mansito que se dejaba coger mansamente. Un día se me escapó y poco tiempo después cuando lo volví a ver, daba miedo. Se había transformado en una fiera luchando por su vida. Y aunque no niego que me gustaría saber escribir, nunca me han tentado las aficiones como medio de vida. Nunca me ha traído un duro a casa cuando hacía transportes de embarcaciones. Lo hacía por navegar y aprender. Siempre en las condiciones mas duras cuando a los propietarios no le interesaba o era cuesta arriba (expresión que indica cuando navegas a contrapelo pues es evidente que en el mar no hay cuestas). Cuando estudiaba COU tuve la suerte de tener un excelente profesor que después de preguntarnos sobre nuestra vocación nos explicó: lo mejor es ganar el dinero necesario en el menor tiempo posible y con el tiempo sobrante dedicarlo a lo que te gusta. Si algo recuerdo de un premio Planeta fue cuando lo ganó el admirado por MT, Montalbán. Le preguntaron que haría con tanto dinero y contesto: Comprar tiempo. No se si lo hizo. Seguramente como nos pasa a todos no cumplió su palabra.
Me consta que Maikel no lo dice irónicamente, sino de corazón. Me adelanto a lo que él pueda comentar para certificarlo
Apreciado señor Mouchez.
É universal o desexo de ser recordados. Con todo, sexamos realístas: nin seremos recordados, ni os grandes mestres estarían satisfeitos do uso e abuso que se fai do seu recordo. Por iso, eu renunciei a enlatar as miñas ideas coa estupida ilusión de que non teñan data de caducidade. Se podo expóñoas frescas e do día, moitas podrecen ao sol e outras frutifican noutros, que as fan súas e distintas ás miñas. Con iso so me consolo.
Bueno Paco, quizás lo interpretara así por culpa de mi permanente complejo de inferioridad ante tantos maestros, por eso me he presentado aquí como un espontáneo descamisado.
Ahora parece que hubiera “lanzado el anzuelo” (como dicen en Holanda cuando una chica quiere que la piropeen). Mi señora lo hace con frecuencia. Me dice que se ve fea, para que yo le replique con lo guapísima que esta.
Meu querido Don Prometeo, vostede vivirá sempre nos seus lectores.
(E dicir, en todos nós.)
E por suposto, na breve memoria que algún ser querido poida gardar de min.
Boas noites a todos.
no creo en los premios, aunque confieso que a veces me he dejado «enamorar» por alguna etiqueta que empieza: «Ganador de…. bla, bla, bla». Leí hace muchos años «Mientras vivimos» pero no sentí nada especial.
Ahora voy más por libre, leo por instinto y escribo del mismo modo.
biquiños,
He encargado a una fábrica -de museo- de grabados de imprenta, un facsímil de los de entonces, con mi firma. Saldrá más práctico que repetirte una y otra vez «dónde firmo», «suscribo a Paco» como el impulso que aparece como ‘pop-up’ de este post de los tongos planetarios y sus consentidas(os). Cosa que los lectores e-responsables podemos decir de esa forma sin más consecuencia que parecer un poco más ‘macarras’; eso sí, no lo suficiente como para escoger en la estantería estos libros premiados, antes de revisarlos por cuadruplicado.
Prometeo, con todos mis respetos, déjate de gaitas y escribe un libro. Mándaselo a Paco que seguro que te ayuda a editarlo. Y avisa cuando sea la presentación.