La Voz de Galicia

Parece extraño, y contrario al manual, que el equipo de campaña de McCain haya decidido que una parte de su estrategia consista en arremeter contra la prensa.

Se justifica inicialmente por cómo han recibido los grandes medios del Este a la candidata a la Vicepresidencia, aunque el Washington Post defendió ayer en un editorial la gestión de Palin en Alaska.

Pero quizá tenga algo que ver con los siguientes asuntos:

1. Los republicanos han ganado las elecciones, al menos desde los tiempos de Reagan, siempre con la prensa en contra. Quizá hayan decidido esta vez que no se pierde lo que estaba perdido.

2. La prensa y los periodistas, dicen, están por debajo de los quiromasajistas en las encuestas de credibilidad, aunque ligeramente por encima de los políticos.

Se aducen, además, otras razones. Luego vuelvo sobre ellas.

Sin glamur

Sarah Palin, octubre del ano pasado

Putin y McCain

Obama, sin red