De Halldor Laxness lo ignoro todo, salvo un párrafo de su libro Gente Independiente, que alguien ha tenido la amabilidad de hacerme llegar. Curiosamente, a Laxness lo cita el amigo Ramón Loureiro justo esta semana. A ver si me entero un poco más. El párrafo que me enviaron, desgarrador, es el que copio:
«Bjartur no regresó a la Casa Estival hasta el día siguiente. La perra caminaba silenciosamente a su lado, en alborozada expectativa. Es hermoso volver al hogar y cada vez que el animal se adelantaba algunos metros a su amo, se detenía y le miraba con sus ojos llenos de una fe inconmovible. Luego volvía junto a él describiendo una gran curva. Su reverencia por su amo era tan fuerte que ni siquiera se aventuraba a caminar delante de él. Un perro encuentra en un hombre las cosas que quiere encontrar. Bjartur se inclinaba hacia adelante, en las ráfagas de nieve empujadas por el viento, llevando a Blesi de las riendas y lanzando de tanto en tanto una mirada a su perra… pobre cosa piojosa y atacada por las lombrices. Pero ¿dónde se encontrará la felicidad si no es en esos ojos castaños, dónde se encontrará la lealtad que nada puede destruir ? Ni la desdicha, ni el deshonor, ni las mordeduras de la conciencia… nada puede apagar ese fuego. Pobre perrita. A sus ojos Bjartur de la Casa Estival debía ser siempre el más alto, el más grande, el mejor, el incomparable. El hombre encuentra en los ojos de un perro lo que quiere encontrar.»
¡Ostrás! Llevo semanas aplazando un post sobre ‘Gente independiente’. Laxness fue un escritor islandés que ganó el premio Nobel en los años 50. ‘Gente independiente’ es un novelón (en todos los sentidos, también el físico) que devoré a la vuelta de Islandia. Pero con este libro se me juntan tantos asuntos, tantos párrafos subrayados, que no sé por dónde agarrar el post. Con muchos párrafos como el que citas me acordaba, sobre todo, de Eresfea.
Más casualidades…
Conozco esa lealtad. La he leído muchas veces en los ojos de mi Negus, mi Lola, mi Suggar, mi Bully y mi Roy. Y la sigo leyendo en los ojos saltones de la pequeña Izarra, que se ha adaptado a la cojera de su nueva dueña y avanza a saltitos por la plaza Pinares. Y en los de Beltza, que suspira tumbado en la acera mientras Imanol apura el zurito.
Me gusta el párrafo y me llena de recuerdos.
Gracias, Paco.
¿Cojera? No me asustes. Con la alegría que me había dado leerte. Guardo como una receta el papel con la localización del libro de H. H. 🙂
Como Francis no anda por aquí ahora, aclaro en su nombre que la coja no es ella sino una señora que pasea por el barrio donostiarra de Gros, acompañada por una perra minúscula que al parecer camina a saltitos para acompasarse con los andares de la señora.
Francis conoce todos los perros y a los dueños de perros de ese barrio, y las relaciones que se establecen entre ellos. Antes no se ha atrevido a escribir sobre ¿Scotty?, un perro viejo, cascado y tembloroso que acompañaba a su dueño, también muy mayor, en un bar de Gros. Según Francis, el perro se empeñaba en no morir antes que su dueño para no darle un disgusto. El dueño se resistía a que el veterinario le pusiera la inyección definitiva al perro. Ahora el dueño sigue visitando el bar, pero muy entristecido. ¿Scotty? ya no está con él y Francis no quiere preguntar nada.
Acabo de enterarme de una historia que me recordó a los fundadores de Roma que fueron amamantados por una loba. En este caso la salvadora fue una perrita de la calle en una villa miseria bonaerense. Encontró un bebé recién nacido abandonado y lo reunió con su camada. El instinto maternal de la perrita salvó al bebe. La madre del recién nacido resultó ser una niña de catorce años. En algunos casos los animales son más humanos que los humanos.
Por certo, meu admirado Paco: Na miña casa, que naturalmente é a túa, tes á tradución ao castelán doutra das mellores novelas de Laxness,que incomprensiblemente non se reeditou en español: La campana de Islandia.
É posible que Laxness, durante unha das súas viaxes por Europa, visitase Galicia. Parece ser que estivo en Ferrol, onde había daquela unha colonia islandesa importantísima, vencellada a unha empresa de pesca e salazón de bacallao, a Pisbe.
¡Anda! Con la Pysbe cerramos el círculo. La gran empresa Pysbe (Pesquerías y Secaderos de Bacalao de España) se fundó en 1926 en el puerto de Pasajes: justo donde acabamos aquella travesía de julio por el monte Ulía, Paco. La conexión vasco-gallego-islandesa da mucho juego.
Almiral Mouchez, ¿Laxness escribió algo sobre Galicia?
Pois, querido Ander, non o sei…
Penso que non.
Habería que preguntarlle a Enrique Bernárdez, que é mellor tradutor da súa obra, e que desde o islandés ao castelán traduciu tanto ao propio Laxness como algunhas das grandes sagas, entre elas a de Nial.
Boa pregunta, certamente. Deixoume pensando…
Si alguna vez supieras algo nuevo sobre Laxness, te agradecería un aviso, Almiral Mouchez. Después de leer «Gente independiente» me ha entrado interés por este autor.
Conte con iso.