La Voz de Galicia

La noche encima

El domingo fui a la misa de niños en Santa Lucía. Me gustan las misas de niños, pero ese día tenían excursión de la catequesis y apenas estaban unos pocos.

En el banco anterior al mío estaba una anciana sola, muy elegante. De pronto, se cayo de lado, completamente rígida, rebotó de costado sobre el banco y terminó en el suelo. No conseguí llegar para evitarlo. Se recuperó, vino el 061 y… todo bien.

Me acordé de lo que escribí hace no sé cuanto en Nuestro Tiempo y lo transcribo:
La noche encima
Van perdiendo poco a poco el contacto con el mundo, como si sus sentidos fueran incapaces de encontrar en el dial de la modernidad la sintonía adecuada: primero, quizá, se les desconecta el volumen, oyen cada vez menos y, algunos, gritan cada vez más. Luego las imágenes se emborronan: empiezan por una presbicia cada vez más intensa … Seguir leyendo

La fiesta

En la Fundación Santiago Rey, cuando alguien dice fiesta cualquier día del año, todos sabemos que se refiere a la de hoy: «Esto lo guardamos para la fiesta», «tengo una idea para la fiesta», «hay que acordarse de tal cosa en la fiesta». No hace falta adjetivarla porque, para nosotros, la fiesta por excelencia es la de Voz Natura: la de los 35.000 niños que participan en el programa medioambiental que, desde hace once años, organiza La Voz de Galicia. Escribo con prisa porque tengo que irme al parque de Acea de Ama, donde ya están los demás ultimándolo todo, para que los escolares venidos de las cuatro provincias y sus familias lo encuentren listo en cuanto empiecen a entrar: la enorme exposición, tan sorprendente, con los trabajos de casi tres centenares de colegios; la zona de prensa escuela, donde se apelotonan para escribir su noticia … Seguir leyendo

Correo

Con permiso del remitente, transcribo un correo, relacionado con la entrada Máximas sobre escritura, que puede interesar:
«Revisando en estos días tu blog, me encontré con una referencia totalmente opuesta a la que cotidianamente producen las noticias de mi País, titulada: las Máximas de escritura, de nuestro filósofo Nicolás Gómez Dávila, el anacoreta urbano que vivió y murió custodiado por mas de 30.000 libros y su obra central como escritor, fue “Escolios a un texto implícito”.

“Colacho” como le llamaban sus amigos, un escritor temido por su postura anticomunista y el peor crítico de la Iglesia Católica post conciliar y de la derecha política Colombiana de las que decía : “Nuestros hombres de derecha, me parece que están colocados demasiado a la izquierda” y “los curas de hoy, cuando construyen una iglesia, en lugar de colocarle una cruz le ponen una veleta”.

Como anécdota personal referente al conocimiento de este … Seguir leyendo