La Voz de Galicia

Con permiso del remitente, transcribo un correo, relacionado con la entrada Máximas sobre escritura, que puede interesar:
«Revisando en estos días tu blog, me encontré con una referencia totalmente opuesta a la que cotidianamente producen las noticias de mi País, titulada: las Máximas de escritura, de nuestro filósofo Nicolás Gómez Dávila, el anacoreta urbano que vivió y murió custodiado por mas de 30.000 libros y su obra central como escritor, fue “Escolios a un texto implícito”.

“Colacho” como le llamaban sus amigos, un escritor temido por su postura anticomunista y el peor crítico de la Iglesia Católica post conciliar y de la derecha política Colombiana de las que decía : “Nuestros hombres de derecha, me parece que están colocados demasiado a la izquierda” y “los curas de hoy, cuando construyen una iglesia, en lugar de colocarle una cruz le ponen una veleta”.

Como anécdota personal referente al conocimiento de este filósofo en Europa, quiero comentarte, que siendo Director Nacional de Ventas del Instituto Colombiano de Cultura en 1987, recibí un día cualquiera, una carta de un Profesor Universitario Alemán, Franz Niedermayer, indagando por Gómez Dávila.

Colcultura publicó dos volúmenes de “Escolios a un texto implícito” Nº 21 y 22 y le envié a Alemania esos ejemplares de cortesía.

Un tiempo después, recibí una nota de agradecimiento de Niedermayer que aun conservo y empecé a ver comentarios de prensa literarios, de autores Alemanes, donde uno de los citados era el mencionado Profesor filólogo Niedermayer. Esto me convirtió sin saberlo en el divulgador indirecto de la obra del filósofo en Alemania.

Concluyo esta anécdota con la frase: nadie sabe para quien trabaja».
Juan Manuel

Aprovecho para dar las gracias: canal solidario, Scriptor, Aldabra, Crónicas cosobares, José María Moncasi de Alvear