La Voz de Galicia

No sabía que hubiera mujeres entre los pilotos de caza y ataque del ejército del aire. Por eso ayer, cuando leí la noticia de que la alférez Rocío González había obtenido el número uno de su promoción, me sorprendí doblemente.

Lo primero que se me ocurrió fue lo mucho que presumiría en el colegio un hijo suyo: «Pues mi madre es piloto de caza, la número uno».

Pero luego me dije, ¿y por qué he pensado en un hijo y no en una hija?