Voy por la mitad del libro, pero quiero recomendarlo ya a quienes tengan responsabilidades de cualquier tipo en empresas de comunicación y a quienes deseen conocer la lógica de los medios.
Me refiero a Los contenidos de los medios de comunicación. Calidad, rentabilidad y competencia, de Alfonso Sánchez-Tabernero, editado por el Centro Internacional de las Empresas de Comunicación, Carat y Deusto.
Volveré sobre este asunto pronto, pero adelanto que se trata de un trabajo escrito con tal agilidad que permite el acceso fácil de personas que no dispongan de especiales conocimientos de gestión empresarial o sobre la naturaleza específica de los medios.
Sánchez-Tabernero se apoya en historias de éxito o fracaso que permiten ver casi físicamente, a modo ejemplar, lo que explica en los tramos más abstractos. Insisto, volveré con más detalles, pero conviene hacerse con él cuanto antes.
No me he leído el libro, pero doy fe de que Sánchez-Tabernero es así de bueno.
Me lo apunto.
Lo he leído y comparto las palabras de Paco.
Por si interesa, vale la pena mirar otro un pelín más antiguo: El último ejemplar del New York Times.
He encontrado en internet un resumen del libro y en el último párrafo dice lo siguiente: «El estudio de diversas compañías y mercados de la comunicación revela que, en último término, la calidad de los contenidos depende de varios factores: la capacidad de los directivos de las empresas para proteger el futuro de sus organizaciones, lo que
implica que renuncian a obtener los máximos beneficios a corto plazo; el acierto de los reguladores para favorecer un elevado nivel de competencia y proteger los derechos de las minorías; la existencia de medios públicos que cumplan la función que legitima su financiación a través de impuestos; el talento de los periodistas, guionistas y productores para hacer atractivos los contenidos que son relevantes y dignifican a las personas; y el gusto del público para distinguir lo profundo de lo frívolo, lo equilibrado de lo sectario y lo sublime de lo vulgar».
La verdad, me han entrado muchas ganas de leer el libro y espero hacerlo lo antes posible. Pero también quisiera hacer algún comentario respecto al resumen que acabo de publicar en el comentario anterior ya que parece la conclusión del libro.
Da la impresión de que la calidad de los contenidos estará ligada a una serie de variables muy variables, demasiado variables diría yo. Algunas de las que se citan, como el talento de los creativos, es un poco sorprendente. Es como decir que la calidad literaria de una época depende de la brillantez de los escritores (obvio, ¿no?) El problema es cómo se consigue dicha brillantez.
En cuanto a la actuación de los poderes públicos y los medios públicos, bufff. Realmente me parece que es un tema complejo y muy discutible. ¿Proteger los derechos de las minorías? ¿Existencia de medios públicos que cumplen su función y estén financiados con impuestos? Creo que estos planteamientos son una especie de ‘desideratum’. Acaso, ¿hemos de fiarnos de los políticos para que los medios ofrezcan unos contenidos de calidad? Este planteamiento estaría bien si los políticos tuviesen una verdadera intención de servicio público. Otra idea un tanto ‘curiosa’ es la del gusto del público. Tampoco he entendido muy bien esta conclusión. ¿La calidad de los contenidos depende de que al público le gusten los contenidos de calidad? ¿O es que los medios tendrían contenidos de calidad si al público le gustasen los contenidos de calidad? Y por no extenderme quiero añadir que eso de pedirle a los empresarios que renuncien a obtener los máximos beneficios creo que es, con todos mis respetos, como creer en los Reyes Magos.
Me parece que voy a leer el libro porque estas conclusiones me llaman mucho la atención.
Este tema de los contenidos de los medios es muy interesante y merecería un debate en profundidad. En cuanto a los contenidos audiovisuales… eso si que es un asunto importante.
Continuaremos con los comentarios…
Unha aperta a todos,
Mikel
Me parece que Alfonso tiene bastante razón, como en casi todo, salvo en su recalcitrante madridismo.
La brillantez no es algo que se pueda conseguir. Hay gente que tiene un don para hacer cosas geniales y otros no lo tenemos; cuando tienes ese don las cosas pueden ser buenas de una forma mucho más sencilla, conseguirlo a base de trabajo es casi una locura.
Por otra parte, los contenidos, especialmente los audiovisuales se hacen para gustar al público. Si al público no le gustan, estas perdido. Los cuadros y las novelas perduran, pero lo audiovisual caduca rapidamente
Me encataría poder leer el libro, o tener un buen resumen del mismo.
Estoy en Colombia y no se cómo obtenerlo.