La Voz de Galicia
Libros, música y seres humanos
Seleccionar página

Necesitamos un espejo que destrozar. Un lado oscuro. El ser humano precisa ver deformidades para combatirlas. No sabe estarse quieto. Busca el dolor. Occidente necesita a Irán. Como necesitó a Irak y a Afganistán. Irán provoca a Occidente en Ormuz. Un estrecho muy estrecho. Lo dijo el jefe de la Armada iraní: cerrarlo es tan fácil como beber un vaso de agua. Llega con una línea de minas o con hundir unos buques en esa cintura de Ormuz que apenas alcanza los tres kilómetros de ancho. Así de sencillo sería cerrar el paso por el cruza el veinte por ciento del tráfico mundial de petróleo. Irán, de momento, provoca. No va más lejos, porque su debilitada economía también bebe crudo. Pero ¿qué hará Estados Unidos? Se retira de Irak y Afganistán, porque la recesión obliga. Aunque ya hay expertos que dicen que Obama puede necesitar una guerra para ganar la reelección. Y que la economía norteamericana puede necesitar una guerra para salir del hoyo de la crisis. Si se suman esos dos factores, el resultado es explosivo. Armas de destrucción masiva, con Israel en la coctelera. Dicen que, de las grandes crisis, el planeta solo salió con guerras mundiales. ¿No se estará cocinando en la caldera de Ormuz la tercera guerra mundial? Los que vayan a Irán no volverán. Eso, seguro.