La Voz de Galicia
Libros, música y seres humanos
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Renzo se encuentra a desgana con Di Marco. Di Marco está fumando uno de sus cigarrillos holandeses a la puerta del periódico. Siente a Renzo a su lado.
Renzo habla como al aire. Sin mirar a Di Marco. Enciende su cigarrillo de tabaco negro. Solo lo fumara hasta la mitad, como siempre.
-Desde que las redacciones parecen bancos, sin tabaco, sin alcohol, sin el sonido metalúrgico de las máquinas de escribir ya no se puede hacer una buena crónica.
Contesta o no contesta, solo habla Di Marco.
-Me esperan los niños y el jefe de prensa del alcalde no me pilla el móvil y no me puedo ir sin cerrar la información.
Sigue Renzo:
-Antes las redacciones eran lugares excitantes en los que no se repetía ningún día. A veces había tiroteos y la noche era para el póquer. Todo eso ya no existe, son fantasmas, como yo. Otro fantasma que solo recibe en el infierno.
Renzo tira del cigarrillo como si chupase mate. Tiene algo de rinoceronte de periodista, de bello rinoceronte.