La Voz de Galicia
Libros, música y seres humanos
Seleccionar página

Es el título de un libro que pinta una sonrisa en la cara a pequeños y mayores. Evoca a esos circos italianos que recorren, incansables, Europa. Pinto & Chinto son sus autores. Carlos López pone las burbujas de su ingenio y David Pintor, el lápiz mágico de sus dibujos. Lo publica Everest en gallego. Y leerlo con los críos es la mejor manera de irse a la cama para soñar con ángeles. Está Giacomo, el forzudo, que, además de su actuación en la pista, coge el circo entero en el aire y lo lleva de un sitio a otro cuando cambian de ciudad. Está la desafortunada historia de Fortunato, el payaso. Un hombre que probó todos los trabajos y en todos hacía reír porque fracasaba. Hasta que lo pusieron de payaso «e o público non riu». Una metáfora en dos páginas de lo que es, muchas veces, la vida. O Giuseppina, la funámbula, capaz de caminar por la línea del horizonte. O Martina, la contorsionista, que una vez se enredó tanto en su número que el jefe de pista tuvo que pedir si había un marinero entre el público para deshacer el nudo. Lo había y, desde aquel día, ese nudo se conoce entre las gentes de la mar como nudo Martina. Son pequeños retratos que Carlos López, ganador del Raíña Lupa con A peripecia de Roi, borda con el fino hilo de la ternura. Es difícil decir más con tan pocas palabras. Los personajes del Circo Rigatoni se quedan en casa para siempre, en la estantería del humor. De la pista de este circo sólo despegan carcajadas. David y Carlos han pescado una carpa de premio.