La Voz de Galicia
Libros, música y seres humanos
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No suena el teléfono. Debe de haber tormenta, una de esas tormentas que lo llenan todo de caracoles. El día es de plomo. El equilibrista sigue con el pie en el cable de la luz. No hay en el puerto ningún barco de bandera desconocida con colores extraños. El pequeño escribió su primera frase al abrir los ojos como canicas:
-Son azules, igual que los de su hermana.
No suena el teléfono.
Te sientes como el enfermo que no termina de morir.