La Voz de Galicia
Aprendiz de madre
El blog de la crianza y la conciliación
Seleccionar página

Abu Toto se fue al cielo

Esta vez el motivo de tantos días de ausencia es sumamente doloroso. El 24 de febrero falleció mi padre, uno de los seis pilares que sostienen mi vida. Durante varios días me encerré voluntariamente en un mutismo absoluto intentando aceptar su ausencia. Aún no lo consigo. Pero sé y entiendo que la vida continúa y que la muerte es para todos. Bien me lo decía mi viejo: «El único requisito para morir es estar vivo».

Con su partida deja en mí y en mi familia un vacío que no se llenará jamás. Es difícil seguir adelante sin derrumbarme a llorar cada segundo, pero he seguido el ejemplo de mi madre quien se ha mantenido fuerte y entera para darnos consuelo.

Mi madre, mis hermanos y mi esposo han sido el principal motivo para levantarme y continuar. Pero sin duda el motor que nos mueve a todos es mi hija, Montserrat. … Seguir leyendo

«Mamá veeeen»

Esta semana de carnavales ha sido bastante fructífera para esta aprendiz de madre por muchas razones, pero la principal es que he aprendido una nueva lección de vida. En un intento por actualizar con más frecuencia este blog que tanto amo, procuro dedicarle algunos minutos después de recoger a Montse en la guardería y antes de irme al trabajo; o robarle unas horas al sueño para adelantar por la noche y publicar al día siguiente. Pero el pasado lunes, una reacción de mi hija ante mi descabellado interés en la pantalla me cortó la inspiración y me hizo sentir mala madre. Estos son los hechos:

Intentaba  finalizar un post sobre oxitocina que lleva varios días en la carpeta de los -quasi olvidados- borradores mientras Montse entonaba muy alegre una canción y, de vez en cuando, reclamaba mi presencia con un imperioso «Mamáaaaaaa veeeeeennn».  Al entender que no me necesitaba con … Seguir leyendo

La vida es un carnaval

Como lo prometido es deuda, les posteo las primeras imágenes de Montse caracterizada como Blancanieves. Ella estaba pletórica, en su digno papel de princesa. Se levantó muy temprano y me pregunto:  «¿Es hoy?». La misma pregunta que me ha hecho repetidamente desde que se enteró de que el viernes iría disfrazada a la guarde.

«Sí, es hoy» le dije mientras sacaba el reluciente vestido del armario y ella iluminaba con sus ojos la habitación. Entonces, sin hacer caso a mis protestas, se deslizó de la cama y caminó hacia la caja de los zapatos rojos que había descubierto el día anterior. Ni tarda ni perezosa, comenzó a pedirme que la vistiera y que le diera el desayuno.

La noche anterior se había armado un pequeño drama en casa porque, además de un problema de vestuario -que se solucionó gracias a los esfuezos de mi madre- esta aprendiz de madre había … Seguir leyendo