Para que nos vamos a engañar, ser madre no siempre es fácil. Hay días malos, días buenos, días perfectos y días terribles. Muchas veces sientes que podrías perder la paciencia con suma facilidad, pero luego te das cuenta de que no vale la pena. Porque con los niños hay que ser muy tolerantes. Ellos no saben -ni entienden- si tu día laboral fue horrible, si estás con el síndrome pre menstrual o si te sientes tan cansada que dormirías dos días seguidos si pudieras permitírtelo. Esos pequeñajos solo saben una cosa: tú eres su madre. Para ellos eso es lo más importante, saber que estás ahí para alimentarlos, para darles un abrazo, para cuidarlos. Para ellos lo demás, es lo de menos.
Algunas veces me he sorprendido gritando como loca: «¡Swiper no robes, Swiper no robes!» mientras veo con mi hija un episodio de Dora, la exploradora y pienso en las miles de cosas que tengo que hacer. Y quisiera escapar de Montse, de Dora, de Swiper y del estúpido mono con botas que ni siquiera me simpatiza, para ponerme a escribir, hacer la colada, leer un poco, darme un baño largo, salir a tomar un café, llamar a mis amigos, escuchar una canción, abrazar al aprendiz de padre, aprender a tocar la guitarra, asistir a un taller de poesía, comprar unos zapatos nuevos, ir al centro comercial a probar todos los perfumes, bailar a solas o estar diez minutos en silencio. Todos necesitamos algún tiempo a solas de vez en cuando. Y claro, no siempre podemos darnos ese lujo. O al menos no podemos hacerlo sin sacrificar un poco de tiempo con los hijos, que también resulta difícil sobre todo cuando pasas gran parte del día trabajando. Así te estés muriendo de sueño es difícil ignorar a niña que se te aparece con las medias de sombrero para pedirte que juegues con ella.
Para cualquier madre es complicado robarle 60 minutos al tiempo para poder disfrutar. La mayoría de las mamás tuiteras vamos dando tumbos por la vida con el peque colgando de una mano y el móvil en otra, porque es la única forma de poder conectarnos un rato, informarnos e intercambiar ideas (y quejas) con otras mamis. Pero el time out, el de verdad, ese en el que podrías olvidarte del mundo, realmente es escaso. Hay que buscarlo a horas intempestivas como los sábados por la madrugada. Al menos es lo que hago yo. Mientras Montse duerme intento leer o conversar con mis amigas vía chat. Me doy un respiro para repasar la agenda, planificar la semana siguiente y ver una peli junto a mi amorcito. Comos cuando éramos novios, cogidos de la mando sin que una pequeña intrusa se meta de por medio a robarme los achuchones.
Pero como les decía al principio de este post: hay días buenos, días malos. Días con suerte en los que las horas te rinden tanto que no te lo puedes creer y te sientes afortunada. Como en este justo momento en que puedo actualizar el blog con total calma porque mi hija ha decidido leer un cuento a solas. Y entonces pienso que tal vez me quejo demasiado, que siempre hay tiempo para todo si sabemos aprovechar los instantes. Y que finalmente lo más valioso es estar ahí para los hijos, porque la vida es breve y todo lo que hagamos por ellos y para ellos será parte de su historia personal, de sus recuerdos, de aquello que marcará su vida. No quiero que Montse recuerde a una madre ausente y quejumbrosa, simplemente quiero que sepa que yo también existo para mi, pero que eso no significa que no esté siempre para ella.
Mientras termino esta reflexión escucho a la peque cantando: «Con solo cuatro añitos, crezco muy despacito ♪♫♫». Y luego una vocecita emocionada que me grita: «Mamá veeeeeeeen, que ya empezó Caillou». Oh cielos, ¡que me lo pierdo!
hola,con mi primer niño(Félix)queria hacer todo y me frustraba. aprendí que para todo llega su momento y más vale tomarse las cosas con más calma (se intenta al menos). Con Mario,sólo fue un poco más de trabajo pero mentalmente ya estaba más preparada.
El tiempo para una misma…una vez que entendí que no existía, ahora que los niños duermen cerca de las nueve, me permite tener algún ratito para lo que sea. También, al acostarse temprano, dedico mi tiempo fuera del trabajo a los peques y dejo lo que haya que hacer (si se puede) para después.Así no me siento mal por no estar ni en un lado ni en el otro.Al final, no me ha quedado más remedio pero me he vuelto firme defensora de la organización y la planificación. Ya no existe el último momento. Eso es si no tienes hijos.
Enhorabuena por el blog!me siento muy retratada.
Un beso a tí y a esa niña hermosa
Por fin puedo visitar tu blog! y me ha encantado este post. Me siento sumamente identificada. Un abrazo!
No he podido elegir mejor día para conocer tu blog y leer este post en concreto. He llegado hoy agotada a casa, con poca paciencia, y me hacía falta que otra mamá me recordara que los niños no entienden esos problemas. Aunque esté bajo mínimos, me he ido a saltar encima de la cama con mi hijo. Y a la vez, estoy deseando que se duerma pronto para descansar por fin y leer un rato.
De momento voy a hacerle caso con un solo ojo, mientras con el otro leo otros artículos de tu blog, que me ha encantado.
En eso meditaba yo hoy comarrita! hasta estaba pensando retirarme temporalmente del twitter y del bló, porque la vdd, sí le dedico mucho tiempo y a mis pequeñas las tengo algo desatendidas =( pronto crecerán y tendrán esa imagen de la mami frente a la PC, que no tenía tiempo para jugar con ellas. Gracias por tu post!!!
me encanto leer el post y me senti taan identificada!
Comparto lo que cuentas, los sentimientos que a veces se encuentran y nos remueven cual torbellino. Lo que sin duda yo he aprendido en estos cuatro años y pico que tengo de ser mamá, es que yo también existo como mujer y muchas veces no pienso que estoy sacrificando mi tiempo con mis hijos para darme una escapada -no lo hago a menudo, es la verdad- y cuando lo hago, trato realmente de desconectar. Lo que tengo que apuntar es que definitivamente no podría hacerlo si no tuviera a mi lado a un compañero que intenta entenderme.
Un abrazo,
Ana Rosa
😉
Precioso. Y tremendamente real. Yo hasta me siento una delincuente por sentarme un rato al compu… pero reconozco que es que el tiempo a veces se me pasa. Jajjaja
Que dicha tan grande es ser madre, portadora de vida, debemos ser agradecidas con Dios por ese privilegio. Hay tantas mujeres que se le fue negado por la vida el serlo, si tu eres madre ama, cuida valora esos tesoros que Dios te ha prestado para moldearlos, un hijo amarlo no es dejarlo hacer lo que él quiera es disciplinar y guiar por el mejor camino. En la actualidad los padres complacen tanto a los hijos que piensan que es la mejor manera de demostrar el amor, querido compensar con lo material el tiempo que le es negado a los hijos, despierta MADRE!!! Lo mejor es darle a tu hijo tiempo de calidad no son horas pueden ser momentos pero de calidad, esa es mi opinión. Y gracias por el artículo es interesante.
Que bien se siente cuando un día te rinde tanto, me alegro! Gracias a ti por leer y comentar 😉
De verdad que hoy me siento más que nunca identificada contigo. Hoy he tenido ese típico día en el que me ha dado tiempo a poner 2 lavadoras, tenderlas, poner el lavajillas, quitar bolas en jerseys y leotardos del enano, ordenar ropa… ¡Todo un lujazo! Creo que es el primer finde que me cunde en 1 mes. No me ha dado tiempo a hacer todo lo que tenía pendiente, pero al menos le he dado un gran empujón y me voy a la cama satisfecha y orgullosa de mí misma… Un beso y ánimo!!!! Gracias por buscar los huequitos necesarios para compartir tu vida con nosotras.
Que bueno!! Lo leí de madrugada, claro.
Soy Raquel guapetona. Si no te importa me lo llevo a http://lacasadelasmamas.wordpress.com/. Si te incomoda me dices, vale?
Besos
claro que no me importa mujer, al contrario, gracias!
Ah como te entiendo…. a veces llegan esas ganas de escapar y ni modo, hay que esperar que llegue la noche y que Peluche se duerma (a Dios Gracias no da mucho problema para dormir y se duerme algo temprano 8:30 – 9:00 pm). Entonces cuando puedo ver algo de televisión de mi gusto, o hacer lo que se me venga en gana, el cansancio es tal, que mejor me siento en la compu un rato, me tomo una tacita de té y me voy a dormir, para comenzar al dia siguiente….. es complicado…..
Cuando está en la escuela, aprovecho de hacer muchas cosas, pero no saco tiempo para mí…..
Hola!
Primera vez que leo tu blog, lo recomendó en su blog la bella Oly. ¿De dónde eres? Te lo pregunto porque hay palabras que no reconozco, yo soy de Cd de Méx. Gracias por compartir tus bellas vivencias como mamá de Montse y sobre todo como Mujer.
Recibe un caluroso abrazo
@Lizpe
Hola Lizpe, nací en México pero vivo en España, gracias por pasar a comentar!
Te entiendo tanto… y eso que Sara aun ni gatea… pero a veces queremos hacer tantas cosas que, solas en silencio, sin mover un dedo, nos frustramos…tenemos, entonces, que detenernos un rato, reflexionar y tomarnos las cosas con calma. Al final, lo más importante es «que sepa que yo también existo para mi, pero que eso no significa que no esté siempre para ella». Mejor dicho, imposible!!!
Me alegra que te haya gustado, un saludo!