Conversando con una amiga me comentaba que, pese a que ella tiene un horario de trabajo agotador, se siente satisfecha del tiempo que comparte con sus hijos porque ya se sabe: «es mejor la calidad que la cantidad». Pero ¿es eso cierto? ¿Son capaces los niños de entender que papá o mamá jugarán con ellos solamente media hora al día pero con toda la calidad del mundo? Y durante esa hora ¿será papá/mamá capaz de concentrarse al cien por ciento en el pequeño y no coger el móvil o consultar el mail?
Son falacias. Cuentos chinos. La calidad es un atributo elemental para muchas otras cosas pero, en lo que respecta a tiempo en familia, la cantidad puede ser una característica mucho más valorada por los niños. Lo ideal, claro está, es que los atributos se fusionen: tiempo+calidad+cantidad.
Entiendo que cuando tenemos que salir a ganarnos el pan de cada día no resulta fácil aplicar la fórmula mágica. En muchos casos resulta imposible. Los políticos ponen de su parte, pero tampoco es que se esfuercen demasiado. Dejar de trabajar no es una alternativa, no solo por factor económico, que pesa bastante, sino también por el desarrollo profesional de papá/mamá.
La solución existe, pero exigiría un cambio de mentalidad en los políticos, en los patrones y, sobre todo, en todos esos machistas que aún vagan por el mundo pensando que criar y educar a un hijo es cosa de mujeres. La verdadera conciliación llegará cuando padres y madres se comprometan de verdad con el hogar. Cuando pedir un permiso en el trabajo para llevar a los niños al pediatra no sea labor exclusiva de la mujer. Cuando TODOS nos involucremos a favor de los pequeños para que tengan una infancia memorable.
Tal vez deberíamos tomar el ejemplo de Tobias Billstrom, ministro de Inmigración de Suecia, que optó por llevar a su bebé de 9 meses a una reunión de trabajo en el Consejo de Ministros de la Unión Europea con el único objetivo de «pasar más tiempo con ella».
Excelente blog!
Cuando tu niña lea todo lo que su mami ha escrito, sentirá aún más profundo si cabe el amor que le tienes.
Felicidades!
Hola Stella:
Estoy totalmente de acuerdo contigo en la importancia de la crianza de los hijos y me parece admirable que una madre decida dedicarse por completo a ellos. Sin embargo considero que se trata de una decisión personal que se toma -casi siempre- en base a otros aspectos como la economía doméstica, de ahi que el padre tenga la obligación de involucrarse y participar activamente en el cuidado de los pequeños. De hecho, admiro a esos padres que, pese a que la mujer no trabaja fuera de casa, comparten con ella las responsabilidades del hogar. Después de todo como bien comentas, la prioridad -tanto para el padre como para la madre- deben ser los hijos. Un abrazo y que sepas que seguiré tu blog!
Hola, acabo de leer tu post, yo escribí hace poco sobre lo mismo. http://vivenciafamiliar.blogspot.com/2009/11/cantidad-y-calidad.html
Es obvio que existe una presión de la sociedad para exigirnos a ser EXCELENTES en los dos sentidos. Pero yo como ama de casa, creo que somos nosotras y sólo nosotras las que debemos empezar a imponernos y a demostrar que el papel de criar hijos en la casa es el más importante hoy en día, de lo contrario si sigue esta tendencia, el futuro será tan incierto para nuestros hijos que no me quiero imaginar cómo será vivir dentro de 200 años: cero valores y por ende una vida libertina. Y además muchas mujeres tienen metido en la cabeza el tema de ser exitosas profesionalmente, pero cuando uno decide tener hijos debe de ser conciente también de la responsabilidad que ello conlleva.
Es muy importante dejar el egoísmo a un lado (no soy machista) y entender que la prioridad son nuestros hijos y que nuestra labor es la más importante de todas, así sea una labor hecha en casa.
Suecia es guay! Tenemos que visitar eh?
Un bico!!!