La maternidad me pilló justo en el período de mayor erupción de los blogs. En ese entonces practicaba con una bitácora de temas de actualidad, pero la fiebre por Google y las ansias por saber -a cada minuto- lo que pasaba con ese diminuto ser que latía dentro de mí, me impulsaron a buscar información sobre embarazo casi todos los días. Así fue como descubrí el fascinante mundo de las mamás blogueras. Hay de todo, para que negarlo, mujeres que son capaces de enriquecer nuestra experiencia con sus historias y otras que se desgastan intentando convencerte de que la forma en que ves la vida no es la correcta. Entonces, en un arrebato de efusividad justo después de la depresión post parto, decidí empezar un blog para compartir vivencias con otras mujeres primerizas. Casi dos años después, Aprendiz de Madre (que hasta hace una semana circulaba por libre), se suma a los blogs de La Voz de Galicia con el único objetivo de intercambiar ideas con cualquier persona interesada en los tema de crianza.
Debo confesar que cuando decidí empezar esta bitácora nunca imaginé que iba a ser el centro de las críticas de tantas personas que no están de acuerdo con conceptos como lactancia materna y crianza con apego. Es triste observar que en medio de tanta modernidad aún vivimos en un mundo de intolerantes. Personas que no respetan las decisiones de los demás y encima las critican. He intentado hacer de este blog un espacio plural donde tengan cabida todas las opiniones y no ha sido fácil. No creo en los fundamentalismos, por eso me siento ofendida si alguien me llama «talibana de la teta» o «madre vaca». También me cuesta creer que una mujer diga que las madres que criamos con apego somo las nuevas esclavas del siglo XXI.
¿Pero qué sucede? ¿Ahora nos van a condenar solo porque no nos gusta dejar llorar a los bebés? La crianza con apego no es una secta de mujeres intentando colonizar el mundo. Somos simplemente madres que buscamos lo mejor para los hijos. A veces no es fácil, pero lo intentamos.
En verdad les digo que no es mi intención evangelizar a nadie. No pretendo hacer de mis ideales una religión ni satanizar otras realidades. Eso lo tengo claro porque en esta andadura bloguera también me ha tocado ser el centro de los ataques de las madres que no trabajan. Sí, sé que es absurdo, pero me ha pasado en un par de ocasiones. Me han acusado de egocéntrica porque prefiero «realizarme profesionalmente a volcar toda mi atención» en mi hija. Cuando leí este comentario me quedé de piedra, ¿de verdad hay gente que todavía piensa eso? ¿Es que acaso debo olvidar todo lo que soy solo porque ahora he parido un hijo? Es absurdo, disfruto mi trabajo y eso no significa que mi hija no sea el centro de mi universo.
Lo de la guardería, tela marinera. Estoy de acuerdo en que son un centro de infección de gripes, piojos y otros muchos inconvenientes. Sé que los niños se sienten más a gusto en casa, con mamá, pero a mí personalmente me ha ido muy bien con la escuela de la peque. Ella se adaptó pronto y se divierte mucho con los compis. Hay otras madres que han tenido experiencias negativas y han optado por esperar a que sus hijos cumplan tres años para escolarizarlos. De hecho, hay una tercera opción, el homeschooling, que abordatemos en otra ocasión. Todo eso está muy bien para las madres que podemos elegir entre varias alternativas bien sea porque tenemos tiempo suficiente para criar a los pequeños, o porque contamos con la ayuda de los abuelos u otros familiares. Y luego están todas esas madres -o padres- para los que la guardería es la única salida porque necesitan trabajar. Bastante tendrán ya con sus problemas como para que además se sometan al juicio de los intelorantes.
La forma de criar a los hijos no puede ser un motivo de constantes enfrentamientos entre las madres-teta y las madres-biberón. No entiendo por qué la lactancia o la guardería generan polémica cuando ahí fuera hay tantas bestias maltratando a sus hijos y los telediarios nos inundan con casos de pederastia y parricidio. ¿Es que acaso no sería más sano crear una red de madres donde prevalezca la igualdad y no la crítica? Es ridículo que no podamos convivir en armonía cuando tenemos un interés común. En esta historia la villana no es la que sale corriendo al trabajo y deja en la guardería al pequeño con su lata de leche en polvo. Ni la que dedica cada minuto de su vida a los hijos y se siente totalmente orgullosa de ello. No es malvada la que lo besa y lo mima y lo tiene en su cama para darle teta toda la noche si es necesario. Ni es una criminal la madre ausente que tiene que alejarse cientos de kilómetros para trabajar porque sus hijos se mueren de hambre en un país miserable e injusto.
No sé si todo esto que escribo pueda cambiar la mentalidad de alguien, me conformo con detener la batalla inútil que observo en las redes sociales donde las madres se critican unas a otras por la forma de criar y amar.
Me ha encantado tu post!!! acabo de descubrirte y creo que vas a tener una seguidora más.
Mi opinión con respecto a la crianza de los hijos, es que debes darles lo máximo que puedas, pero sin agobiarte, ¿un mes de pecho? es mejor que nada, ¿una semana? idem, ¿ninguno? un biberón con mucho cariño es mejor que una teta sin amor. ¿dejar llorar o no? yo no soy capaz de oir llorar a un bebé más de medio minuto, así que estoy totalmente en contra del método estivill, pero los demás en su casa que hagan lo que quieran. ¿reducción de jornada o no? ¿guardería o abuelos? Lo principal es el cariño, y que los niños crezcan sintiéndose queridos.
Enhorabuena, aprendiz de madre, me encanta verte en La voz!!!!
Y en cuanto al debate, yo creo, como Ileana, que todo es una cuestión de autoconfianza y autoestima. Cuando a veces he leído debates he visto que muchas madres «saltan» a defenderse sin ni siquiera haber sido «objetivamente» atacadas (o al menos esa sensación tengo yo como espectadora). Mi sensación es precisamente que son sus remordimientos (no están haciendo lo que realmente creen que deberían hacer) lo que les hacen saltar así y estos remordimientos no pueden nacer nada más que de la falta de confianza en su propio criterio y en lo que están haciendo. Al menos a mí me pasa: suelo defenderme con más «ferocidad» (entiéndase ferocidad como «belicosidad» y ataque basado en el ataque en sí, no en argumentos documentados y lógicos) cuanto más insegura me siento. Cuando estoy convencida de una actitud o actuación no suelo defenderme; me limito a dar información (la información que a mí me ha llevado a actuar así).
Desde luego no necesitamos ninguna «guerra entre madres» porque lo único que todas queremos es dar lo mejor a nuestros hijos. Cada una sigue su camino para alcanzar este fin y nadie es quien para cuestionarlo. La madre que tiene confianza en su criterio y una alta autoestima no se sentirá cuestionada por las que han elegido otros caminos y le cuenten sus razones. Con empatía y respeto todas podemos entender las elecciones de las otras, compartamos o no sus opiniones y actuaciones.
Felicidades Azucena y Montserrat por vuestros sentimientos maternales puros. Sentimientos libres de egoismo personal y vanidades absurdas. Benditas todas aquellas madres que, sin prejuicio ajeno, alimentan a sus hijos con su propia leche materna, porque ello es una clara muestra de la verdadera maternidad.
Es obvio que ningun ser humano piensa de la misma manera y por ello salta la critica que lamentablemente dana a una gran parte de la sociedad.
Sabemos perfectamente la necesidad de la mujer en lo concerniente a la necesidad de atender un puesto de trabajo, pero eso no es razon suficiente para negarle una buena crianza de apego a sus propios hijos, donde obviamente su companero tiene que ser asistente en todos los menesteres necesarios que al conjunto familiar corresponden, cada uno con la aportacion que a si mismo se asigne.
Que Dios las bendiga y recompense por su abnegacion y compromiso por lo que son y representan ante la sociedad que las rodea y que, cada dia se puede ver en disparidad con los buenos actos y sentimientos. Un hurra para vosotras las madres de CORAZON. Un saludo y admiracion para todas vosotras. Ojala un dia tengais la recompensa que os mereceis por vuestro sacrificio y abnegacion maternal.
Muy interesante Azucena tu comentario, fijate como tambien estamos los papás que de alguna manera no son «bien vistos» tanto como por otros Mamas y/o Papas. Hace unas semanas publiqué un post sobre el papel del padre en la crianza de apego. No ha gustado a todo el mundo, como es lógico.(http://psicologiaceibe.blogspot.com/2011/03/el-perro-verde-el-rol-de-los-padres-en.html.
Y si el problema estuviera en dos palabritas? «Libertad» y «respeto» y que tu bien comentas o sugieres en este artículo.
Tengo la teoría social que muchas veces nos rebelamos contra otras opciones simplemente por no rebelarnos contra el sistema, responsable como comenta una mamá por ahí de que un montón de familias se sientan mal, culpables o yo que sé, porque no sienten que puedan elegir no trabajar. Y esto hay que entenderlo si o si.
Podemos tener mil estudios sobre beneficios/perjuicios de una guardería frente al hogar. Pero claro ¿que hogar? y ¿que guardería verdad? Yo duermo con mis hijos, pero mi pareja y yo estamos cien por cien en esto, no hay fisuras. ¿y si las hubiera? ¿se podría recomendar igual? Dejo estas dudas abiertas, sin embargo tenemos la responsabilidad de hacer algo con el sistema, si entendemos que nuestros horarios, bajas por mater/paternidad, escuelas son un desastre. Y quizá entonces seríamos más libres.
Asi que tu pasas a ser una «esclava del siglo XXI» y otros pasan a ser «monstruos» porque en un momento critico de cansancio, juicios y pareja al borde del destrozo, aplicaron como pudieron el metodo Estivill.
Cuando en mis cursos, me preguntan si es un buen metodo y que opino, yo digo: Leetelo y luego leete a Rosa Jové, por ejemplo y luego con toda la información y escuchandote muy bien a ti y a tus tripas, toma la decisión. Y no soy sospechoso de defender por ejemplo esta estrategia, sin embargo creo en la libertad de los individuos.
Los papas y mamas tenemos muchas veces problemas similares y la gran responsabilidad de hacer lo que mejor sabemos y podemos por nuestros hijos. Y quizá no lo estamos haciendo bien del todo por la enorme presión que todos tenemos por parte del sociedad y la cultura, que ya no sabe que hacer para perpetuarse.
El enemigo no está en la mamá de al lado y en el papá de enfrente y sería bueno que tuvieramos esta claridad.
Un fuerte abrazo
Alejandro
Como comenté también en un post similar que escribió Mamá Sin Complejos, creo que el problema es LA BAJA AUTOESTIMA QUE TENEMOS LAS MUJERES.
Nos sentimos atacadas y criticadas las unas y las otras; criticamos y atacamos a otras sólo para reforzar que lo que nosotras hacemos es lo correcto… y eso es el principal síntoma de la falta de autoestima.
Hagamos lo posible por mejorar y sanar nuestra autoestima, y la de nuestras hijas e hijos, y las guerras irán cada vez a menos.
Todas las guerras son, en primer lugar, GUERRAS INTERIORES. Nos peleamos con nosotras mismas, con nuestros fantasmas interiores, nuestros miedos, nuestros complejos, nuestra sombra, nuestro inconsciente.
No nos engañemos: nadie nos está impidiendo en realidad criar como queramos. Hagamos lo mejor que sepamos y podamos, abramonos a aprender y a disfrutar con nuestros hijos, y olvidemonos de lo que opinan los demás!!!
Un abrazo, Azucena, y enhorabuena a APRENDIZ DE MADRE en esta nueva etapa como blog de LA VOZ DE GALICIA.
¡Enhorabuena a todos los que hacen posible que los temas de crianza lleguen a todos los públícos!
Totalmente de acuerdo también. Eso es lo que más he echado en falta en estos años: el respeto, especialmente el de otras mujeres (madres o no, conocidas o extrañas). Nunca se me pasa por la cabeza decirle a nadie cómo debe hacer sus cosas, independientemente del tema que sea, así que no entiendo por qué me hacen tantos comentarios negativos acerca de lo que yo hago, sobre todo por la intención de sugestionarme. Yo hago lo que considero mejor dentro de mis limitaciones y evidentemente me gusta más que lo que hacen los demás, pero respeto sus gustos, opiniones y actitudes. No es que me hayan hecho cambiar de opinión, pero tantos comentarios (de personas cercanas) sí han conseguido disminuir mi confianza en mí misma y han generado conflictos.
Hoy me habeis aliviado un poco el día, mi peque tiene 9 meses de los cuales llevo sufriendo por no haberle dado lo suficiente la teta, haberla dejado en la guarderia con 4 meses, salir corriendo para el trabajo… no me suelo reunir mucho con otras mamás porque me siento criticada porque como trabajo, la llevo al cole y no le doy la teta parece que no soy buena mamá y la gente no entiende, que estamos super contentos con la guardería, que la peque va feliz y le encanta estar con sus compañeros, que jamás se quedó llorando y tenemos la suerte que el día que está malita se queda con la abuela. Me encantó leer vuestros comentarios y sentir que hay mamás tolerantes con otras mamás.
Es la primera vez que comento envio un post de un blog pero después de haberlo leid no podia, cuanto menos, expresar apoyo a las mama-teta.
Me quede embarazada con 22 años y fui madre con 23, muy joven para los tiempos que corren hoy en dia pero ha sido la mejor decisión que tomamos mi marido y yo. Hoy tenomos una preciosa niña de 6 años que vino al mundo en la primera hora de un siete de Enero, no se puede pedir mas.
Con todas las dudas que me asaltaban en el momento de ser madre, seré capaz, como se hace esto , aquello y lo otro, si partia de unas premisas que eran como dogmas, el parto sin ningun tipo de anestesía, quería saber lo que era traer una vida al mundo y todo el dolor que puedes paser es hasta bonito .. y la lactancia por pecho siempre.
Fui una mama enganchada a una niña durante los 6 primeros meeses de vida y disfrutaba de esos momentos enormemente. 🙂 lo recuerdo como algo muy feliz.
Con esto solo quiero expresar mi opinon y decir, que ..no se puede juzgar a NADIE por la opición que escoja, todas son respetables y cada madre lo hace con su cariño, sea teta o bibieron .
Al final lo unico que importa es que el bebe sea feliz.
Acabo de ver este blog que empieza en La Voz de Galicia y creo que seré un seguidor.
Empiezo en -2, es decir, si todo va bien, en Mayo me estrenaré como papá.
En estos momentos os diré, arriesgándome a parecer intrascendente, que el tema más peliagudo es el nombre. Puede llegar a ser agotador.
El momento del nacimiento se acerca y no tenemos nombre…
Enhorabuena a las dos 🙂
Ya sé con qué aprenderá poco a poco a leer Montse jeje… tener escrito todo lo que sintió su mamá desde que nació creo que es un regalazo para toda la vida tan bonito…
En fin, un beso muy grande
No creo que las mujeres seamos las mayores enemigas de las mujeres… ni mucho menos! Trabajo con mujeres y sé de la generosidad y respeto que pueden profesarse y cómo los lazos de amistad y la red de apoyo mutuo funcionan.
A pesar de trabajar como terapeuta con grupos Maternales, nunca me ha parecido que hay una única maternidad posible. Más bien creo que cada vida que nace lo hace bajo unas determinadas circunstancias y que la madre ha de responder a estas. No es mejor practicar el colecho, si hacerlo hace que se resienta la pareja; o dejar a tus hijos en casa sin guardería si a esta decisión no la acompaña unos padres que proporcionen alegría y la felicidad… No es lo que se hace si no lo desde dónde se hace. Nosotros educamos en casa porque… nos gusta y consideramos que es la mejor opción para nuestra hija y nosotros; pero esto no tiene por que ser igual para todos. Imagino una casa con problemas económicos y tensiones y, aunque sea fantástico que los niños disfruten de su madre, quizá sería el ambiente más relajado si los dos padres trabajaran y pueden equilibrar sus financias.
No creo que haya una única alternativa de vida. Pero invito siempre a los padres a mirar a los ojos a sus hijos y preguntarles si son felices.
Totalmente de acuerdo contigo. ¿Por que las mujeres somos las mayores enemigas de las mujeres?, ¿por qué no podemos ser solidarias, amigas y respetuosas de las decisiones y circunstancias de los demás? Todas las mamás que conozco solo tratan de se lo mejor mamás que pueden dentro de lo que su realidad y circunstancias se lo permiten, ¿por que no las respetamos y comprendemos? Todas queremos ser las mejores mamás del mundo y todos los días nos levantamos y trabajamos por ello desde la vida que tenemos que vivir…unas con teta, otras con trabajo, otras con niñera, otras con guardería y biberón… así es la vida y, nosotras, las madres, deberíamos ser a que mejor entendiéramos las razones y circunstancias de las demás madres que nos rodean. Las mamás necesitamos apoyo y comprensión, no criticas y juicios llenos de intolerancia.
Bienvenidas las dos, Azucena y Montse, a los blogs de La Voz.
Estoy de acuerdo con todo lo que dices, yo tengo un niño de dos años al que le dí la teta hasta que él quiso, cuando tenía 14 meses me dijo que no quería más, le apetecía más correr y jugar. Durante unos días lo pasé mal, por no darle más tiempo todo lo bueno que tiene la leche materna (me la podría haber quitado y darsela en papilla, pero decidí dejarlo). Mi niño va a la guardería y está muy bien, es cierto que es foco de enfemedades, pero sí le das el pecho está inmunizado, mi pequeño enfermó muy pocas veces, en dos años faltaría como mucho dos semanas.