No es que esperara una disculpa ni mucho menos. No se pueden pedir peras al olmo. Pero la respuesta de El Mundo a las miles de personas que criticaron abiertamente su ofensivo reportaje sobre lactancia materna no es que no sea insuficiente, es que no es una respuesta. Y por si fuera poco vuelven a publicar la polémica imagen de la madre vaca. Usan dos valiosas planas de un periódico nacional para limitarse a defender su postura y la de la redactora. Lo peligroso es que sigan convencidos de que el de la semana pasada es un escrito completo y objetivo. Solo hay que leerlo completo para darnos cuenta de que posee datos falsos, no comprobados. Además publican las palabras de Amparo Rubiales, que llama a las defensoras de la lactancia Talibanes de la teta. Creo que fue una estrategia, una forma de poner en boca de otra persona lo que muchos de ellos mismos piensan. Acto seguido tildan de extremistas los comentarios de la ex diputada socialista y transcriben extractos de algunas de las cartas recibidas. Sigo firme en mi postura: cada mujer es libre de decidir si amamanta o no.
Muchas de las que se refugian asegurando que se sienten presionadas por la sociedad para dar teta lo hacen solo porque en el fondo se sienten culpables. Mala cosa. Si quieres dar el biberón hazlo, que no pasa nada, te lo aseguro. La fórmula láctea ni es mortal, ni es veneno, pero tampoco hace que los niños sean mas altos (entiendes Carmen Machado). Yo misma use la fórmula cuando mi hija ya no quiso más pecho. Alimentar con biberón a un bebé no te hace mala madre ni mala persona. Lo que hace que una persona sea una mierda (según la quinta definición de la Rae) es usar un medio de comunicación tan importante para criticar a un grupo de mujeres que solo buscan lo mejor para sus hijos.
Si alguien quiere desperdiciar 15 minutos de su vida -como me sucedió a mi- pueden leer aquí lo que publica El Mundo el 24/10/10
No fueron capaces de publicar las respuestas sólidas y sensatas que se generaron, y lo que publicaron es la metralla.
Y se traen a unas mastodónticas feministas desfasadas que no entienden ni patata frita, para que digan lo que ellos quieren decir.
Ignorancia, mucha ignorancia, y mucha «mala leche».
No fueron capaces de publicar las respuestas sólidas y sensatas que se generaron, y lo que publicaron es la metralla.
Y se traen a unas mastodónticas feministas desfasadas que no entienden ni patata frita, para que digan lo que ellos quieren decir.
Ignorancia, mucha ignorancia, y mucha «mala leche».
No fueron capaces de publicar las respuestas sólidas y sensatas que se generaron, y lo que publicaron es la metralla.
Y se traen a unas mastodónticas feministas desfasadas que no entienden ni patata frita, para que digan lo que ellos quieren decir.
Ignorancia, mucha ignorancia, y mucha «mala leche».