La Voz de Galicia

Primer día en Sao Paulo

Viajé apretujado en la clase turista de un avión de Iberia en el que solo quedaron dos asientos libres. A mi lado venía una señora paraguaya que no pudo entrar en España. Pasó dos días en El Prat y la expatriaron. Iba muy triste y muy cansada. Me contó que en el mismo vuelo viajaban otros nueve, también expatriados, todos ellos brasileños, más jóvenes. Algunos habían sido parados en el aeropuerto, pero tres fueron detenidos en la calle, cuando ya llevaban tiempo en el país.

Supuse que, como español, tendría problemas en la aduana. El gobierno brasileño lleva unos días devolviendo a algunos españoles como venganza por lo que hacemos en España con los brasileños. Y en efecto, había un personaje en el control de pasaportes que se dedicaba, muy serio, a la caza de españoles. Organicé rápidamente mi defensa por si fuera necesaria (al final, estaría con un ministro … Seguir leyendo

Master em Jornalismo

Cuando aparezca esta entrada en el blog, estaré llegando a Sao Paulo para impartir el módulo de Gestión de Contenidos en el Máster em Gestão de Empresas de Comunicação.

A las nueve de la mañana, Carlos Alberto Di Franco, Director del Máster, y Miguel Jorge, ministro de Lula para Desarrollo, Industria y Comercio, abrirán las sesiones de este año.

Han cursado este Máster innovador -por su contenido y su metodología- casi dos centenares de editores de las principales empresas de comunicación brasileñas. Vale la pena visitar su página y el blog que ha abierto recientemente Christian Marra: Master Digital, sobre periodismo de calidad en la red.

Todo esto quizá explique una presencia todavía menor en el blog en los próximos días. O no, como diría un buen amigo.

En cualquier caso, no digo nada sobre las elecciones, porque a estas horas, supongo, aún estaré volando y a oscuras.… Seguir leyendo

Viva Brasil

posto-ola-porto-real.JPGSaldré para Brasil mañana, justo a la hora en que se cierran los colegios electorales, quizá sin tiempo para conocer en qué acaba la cosa. Me ocurrió lo mismo en el 2004, solo que entonces me perdí también la supuesta «jornada de reflexión». Como periodista, me gustaría estar aquí. Pero volver a Brasil siempre me ilusiona. No solo porque es un país gigante, riquísimo y de una variedad paisajística deslumbrante, sino, y sobre todo, porque está lleno de brasileiros: la gente más afable y de inteligencia más chispeante que conozco.
Únicamente un brasileiro, por ejemplo, puede poner a la puerta de su restaurante un cartel que discrimina el precio del menú en función de las sobras que dejes en el plato: 7,90 si no las dejas, 10 en caso contrario. Y aún añade una explicación que traduzco: «Queremos que coma a gusto, que repita cuantas veces quiera y que salga … Seguir leyendo