Alcoholemia positiva. Había bebido, y mucho. Ortega Cano dio un positivo muy alto de alcoholemia en el análisis de sangre que le hicieron en el hospital cuando ingresó tras invadir el carril contrario y estrellarse con su coche contra otro que circulaba correctamente y cuyo conductor murió en el acto. Según el informe hecho público por la familia del fallecido, el torero dio 1,26 gramos de alcohol por litro de sangre, que equivale a 0,63 miligramos por litro en la prueba de aire que habitualmente se realiza a los conductores que no tienen heridas que les impidan soplar en el etilómetro. Esa tasa supone un delito porque supera el límite fijado en el Código Penal (0,60 miligramos en aire y 1,20 gramos en sangre).
Si de algo ha servido la notoriedad de este caso es para demostrar una vez más que el alcohol es incompatible con la conducción. Son decenas los automovilistas que cada día salen a las carreteras con copas de más y ponen en riesgo su vida y la de otros. Lo sabemos bien en Galicia, una de las comunidades con más alcoholemias positivas y donde cada fin de semana cientos de conductores juegan a la ruleta rusa con el alcohol. Muchos pueden contar que una noche de borrachera los denunció la Guardia Civil de Tráfico. Otros no tuvieron tanta suerte y se quedaron en la carretera, ellos y los que venían de frente.
Este es uno de los temas en el que no paso una, me vuelvo el intransigente más convencido del mundo y no admito ningún argumento que trate de convencerme de lo contrario. Con el alcohol en la conducción: TOLERANCIA CERO. Y cuando digo cero también incluyo la conducción aún sin causar accidente; porque una cosa es clara: si sumamos alcohol + accidente + muerte, yo me iría pensando lo de sacar del Código Penal la palabreja «imprudente» como apellido de «homicidio». Porque no es imprudente una muerte provocada por una conducción temeraria, violenta, con la percepción de la realidad distorsionada, con total desprecio de las normas ….., porque todo eso son las consecuencias de una conducción bajo los efectos del alcohol, y me da igual que la tasa sea 0,89 que 0,05, todo es temeridad, y no debemos admitir NUNCA esta actitud en el tráfico. Por cierto, pueden creerme porque algo conozco del tema, los agentes encargados de la vigilancia del tráfico si evitan diariamente, no sé si muertos en la carretera, pero seguro que acciddentes sí, cuando inmovilizan cientos de vehículos porque sus conductores dan POSITIVO en los test de alcoholemia; aquí si que me da igual el tema recaudatorio, incluso creo que es barato, porque repito en este tema (creo que el único)NO PASO UNA.
Un saludo.
Es que no hay ningún argumento posible con el alcohol, salvo ese de que «a mí nadie me va a decir lo que puedo o no puedo beber». Pues sí que te lo van a decir, por lo menos cuando conduzcas un coche. Porque no te la juegas tú solo, porque el que conduce bebido es una bomba en la carretera dispuesta a matar a inocentes. Y coincido, y ya lo he dicho antes, en destacar la gran labor preventiva que a diario realizan los guardias civiles y policías locales que apartan de la carretera a los borrachos. Ellos evitan muchos accidentes con los controles de alcoholemia, en los que además tienen que aguantar todo tipo de improperios. Gracias, yo voy más seguro cuando sé que hay un control cerca.
Si este dato se confirma a la cárcel, de por vida.
Éste es el verdadero problema (uno de ellos) de la seguridad vial en España; la cantidad de gente que conduce después de beber alcohol; y lo grave es que una persona que circula a 140 km/h por una autopista con riesgo cero socialmente el Sr. Père Navarro (y sus palmeros) han hecho que cale el mensaje de que es un asesino potencial; pero conducir borracho es lo más normal del mundo. Me recuerda a esos ayuntamientos que impiden el botellón juvenil (que jamás defenderé) apoyándose en normativas que impiden el consumo de alcohol en la calle pero luego lo permiten en las terrazas y/o verbenas. HIPOCRESÍA.
Más controles de alcoholemia, pero claro, es más rentable poner el fotomatón una hora en medio de la AP-9!