La Voz de Galicia

Santa OMS

La tormenta de la gripe amaina, los nubarrones se desflecan y terminan en lo de siempre: la culpa es de los medios de comunicación, que lo exageran todo, que buscan siempre el lado alarmista de cualquier noticia. Nadie ha salido a defenderlos. Sin embargo, las pocas voces que se han atrevido a insinuar una actuación inadecuada de la Organización Mundial de la Salud (OMS) están recibiendo ya cordiales y contundentes respuestas —en medios y espacios relevantes— que, curiosamente, amparan tanto a la OMS como a la industria farmacéutica. ¿Será que los medios podían silenciar las declaraciones de la Directora de la OMS y de otros funcionarios de su Organización? Claro que no. ¿Fue el periodismo el que hirió gravemente a México, el que acabó con la cabaña porcina de Egipto y empobreció más a los cristianos de ese país, el que facilitó la excusa a Rusia para limitar las importaciones … Seguir leyendo

(H)Ay África

He seguido desde fuera de España la crisis del ébola de estos días. Sentí mucha vergüenza y aún la siento. Se percibía un país histérico sin nada que lo justificara: seguimos sin un solo muerto contagiado aquí. Desde luego, el periodismo ha tenido mucho que ver con todo el disparate de primeras páginas y horas de televisión, amplificadas luego en las redes sociales. Pero como en casos anteriores, la responsabilidad de las profesiones sanitarias y sus representantes y, de modo especial, de la Organización Mundial de la Salud (OMS) debe subrayarse. ¿Por qué alientan el alboroto aquí cuando han desatendido durante meses las llamadas de auxilio que se lanzaban desde África? Allí sí que había y hay un problema. Desde principios de año. Allí sí que morían a chorros, atendidos solo por un puñado de valientes con miedos y sin medios. ¿Alguien pensó que, para hacer algo, se necesitaba inquietar … Seguir leyendo

Hoy recomiendo

Aunque es de hace unos días, no lo había visto hasta hoy:

Ramón Salaverría: Sobre crisis y periodismo

Empieza así:

En 2009, año en que la crisis económica sacudió con especial dureza a los países occidentales, no todos se quedaron con los bolsillos vacíos. Algunas empresas se hicieron de oro. Y lo consiguieron, entre otras razones, gracias a la inestimable colaboración de los medios.

Me refiero, por supuesto, a las empresas farmacéuticas comercializadoras de vacunas contra la gripe A. Ya saben, aquella que fue calificada como “primera pandemia del siglo XXI”, la nueva peste que prometía llevarse por delante a todo parroquiano no vacunado. A través de sus múltiples tentáculos, las farmacéuticas alimentaron una alarma sanitaria que los medios –también la OMS y los gobernantes, sí– se tragaron sin pestañear. Cuando las farmacéuticas colmaron las alforjas, tras haber vendido a doblón sus bálsamos de Fierabrás, la gripe se esfumó igual

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Terminó

La Organización Mundial de la Salud ha dado por terminada la epidemia de la gripe A. Probablemente, ya habrán leído el saldo: muchísimos menos muertos que en la gripe estacional —ni comparación— y, según ellos, un buen trabajo de prevención. Los gobiernos que la secundaron tienden a explicar de la misma manera el derroche de millones de euros en vacunas que ahora hay que destruir. Según algunos, solo la acción de la clase médica y sanitaria —que no quiso vacunarse y se resistió a recetar retrovirales innecesarios— evitó más efectos negativos de esa medicación superflua. Los medios han recogido la noticia y algunos han publicado editoriales en los que reclaman una aclaración de las responsabilidades políticas y penales de la OMS, premiada en España con el Príncipe de Asturias por su gestión de esta supuesta crisis.  Se trata de aclarar la connivencia entre los responsables de la OMS y … Seguir leyendo