La Voz de Galicia

Más gallego/s

Las lenguas viven en los hablantes y tienen el vigor que los hablantes tengan. Sin hablantes, las lenguas se dislocan y disuelven, desaparecen convertidas en lenguas muertas, petrificadas, que resultan muy aptas para lo que ahora llaman branding, es decir, para la difícil tarea de componer nombres de marca no registrados, de modo que proliferan empresas y productos con falsos nombres latinos o griegos que parecen sacados de Astérix. Algunas lenguas muertas también se prestan de maravilla al uso litúrgico, tan importante para la unidad de las creencias.

En el año 2000 me invitaron a intervenir en un encuentro sobre diversidad cultural y comunicación. Acababa de regresar a Galicia después de mucho tiempo fuera. Dije de pasada que la pervivencia cultural y lingüística dependía de la potencia de cada cultura y no solo en términos de historia y músculo intelectual, sino también de fuerza demográfica y económica. Hubo quien encontró … Seguir leyendo

Muy raro todo

La sobredosis de información, especialmente cuando es de baja calidad, puede resultar más dañina para el cerebro que la de drogas. Quien se expone demasiado y carece de sentido crítico, acaba peor que loco. No me refiero ahora al modo simplista de contar crisis complejas como las de Ucrania o Siria, donde Al Asad, finalmente, está ganando su guerra y riéndose de la yerma primavera árabe. Me refiero a dos acontecimientos inexplicables: la desaparición del avión hace dos meses y el secuestro de las trescientas cincuenta niñas nigerianas hace cuatro semanas.

De las niñas no se sabe la identidad ni nadie ha publicado sus fotografías, ni siquiera de las casi cincuenta -imagínenlo- que consiguieron escapar de la selva. Se sabe, sin embargo, que entre las secuestradas no estaban las hijas del director de la escuela -por cierto, cerrada por razones de seguridad hasta unos días antes- ni las de … Seguir leyendo

Wikipédicos

La idea de una gran enciclopedia abierta a todos los asuntos y escrita por quien quiera parece, de entrada, muy atractiva: una especie de democratización de la verdad. El único problema radica en que la verdad no es democrática, porque si depende de mayorías dependerá también de quién controle las mayorías. Se ve en la Wikipedia, convertida en sinónimo de lo dudoso o inseguro, de lo no fiable. Los profesores alertan a sus alumnos para que huyan de ella o sospechen de sus contenidos, pero sus entradas suelen figurar entre las primeras que devuelve cualquier buscador y… ahí caen muchos estudiantes y no pocos periodistas, razón por la que entre las decenas de miles de editores de la Wikipedia escasean los expertos y abundan quienes trabajan para las agencias de relaciones públicas, los gabinetes de los políticos y los asesores de los lobbies empresariales o ideológicos.

Hace años quise arreglar … Seguir leyendo

Secuestros

Ciertos medios de comunicación insisten en que Francisco ha querido unir las canonizaciones de Juan Pablo II y Juan XXIII para restar protagonismo al papa polaco. Asentado este hecho improbable, sacan consecuencias: Francisco pretendería marcar distancias con respecto a la figura y el legado de Juan Pablo II, algo inverosímil a poco que se conozca la biografía del papa actual. Parece obvio, sin embargo, que Francisco juntó las dos canonizaciones por algo más que por ahorrar gastos. Mi teoría, probablemente equivocada, es que las unió para liberar a Juan XXIII de su secuestro.

En rigor, el primer secuestrado fue el Concilio Vaticano II, convocado e impulsado por Juan XXIII, decisivo para la historia de la Iglesia. Una vez concluido, y durante bastantes años, se ignoraron los documentos que produjo y, aludiendo a un etéreo «espíritu del Concilio», su mensaje fue tergiversado o directamente inventado, muy a menudo invocando a Juan … Seguir leyendo

Las buenas inversiones

En el último Nuestro Tiempo. Empieza así:

La conversación me dejó algo inquieto, así que la rebobiné un momento para fijarla mejor en la memoria, y después tomé algunas notas en un cuaderno. Habíamos quedado para hablar de otros asuntos, sin embargo él empezó por ahí, no sé muy bien cómo: quizá sin introducción ni pretexto, abruptamente, en cuanto tomamos asiento en unos sillones rojos y blancos, de esos baratos que se compran desmontados. Total, que el hombre empezó a quejarse de que la gente ya no entiende las parábolas. Ni siquiera la parábola por excelencia, la del hijo pródigo: se ponen, me dijo, del lado del hermano mayor, el que se enfada. Le dije que no era difícil de entender la postura del hermano mayor. Incluso se entiende bien la del otro hijo. Ambos razonan en términos económicos, que nos resultan cercanos y familiares, y solo el padre rehúye

Seguir leyendo