Me llegó hace unas semanas por correo electrónica la carta que una médica dirigía a la Ministra de Sanidad sobre la vacuna de la gripe A:
Carta de una médico a Trinidad Jiménez
«9 de septiembre de 2009.- Señora ministra, le propongo que sea usted la primera española que se vacune contra la gripe A (…)
Señora ministra, yo no me voy a vacunar. El virus no ha acabado de mutar y a partir de la última mutación deberían pasar seis u ocho meses para elaborar susodicha vacuna. Es decir, la vacuna que nos proponen no puede ser efectiva.
En cuanto a su seguridad, ya tenemos la experiencia de vacunas para la gripe fabricadas con prisas; se usan adyuvantes peligrosos para poder poner menor cantidad de virus. Francamente, yo prefiero tener mocos tres días que sufrir un Guillain-Barré.
Señora ministra, a mí no me gusta ser un conejo de indias. El Centro de Prevención y Control de Enfermedades de la UE «espera a saber cuáles son los efectos de la vacuna en los adultos sanos para detectar posibles consecuencias adversas». Mire usted, casi que no (…).
Señora ministra, se les está marchando el asunto de las manos. Está ya más que claro que este virus, aunque muy contagioso, es muy poco agresivo y más del 95% de los casos cursa de manera leve. Se espera un máximo de 500 fallecimientos frente a los 1500 a 3000 que provoca la gripe tradicional. Mientras tanto, usted está permitiendo un despilfarro de recursos inaceptable. Muchos hospitales en el país están siendo objeto de cambios arquitectónicos absurdos e innecesarios para prepararse para una hecatombe que ya sabemos no va a ocurrir. Se han gastado ustedes 333 millones de euros en esta pandemia de color y fantasía. La letalidad del virus es del 0.018%, francamente irrisoria.
Señora ministra, déjeme que le recuerde que la gripe A ha matado de momento a 23 personas y que tiene una tasa de incidencia de 40-50 casos por semana y 100.000 habitantes. Sin embargo, el tabaco produce en España 40.000 muertes al año y 6.000 por tabaquismo pasivo. Eso sí que es una pandemia, pero usted prefiere ignorarla. Es un tema menos atractivo y que le crearía multitud de enemigos.
De los 447 muertos en las carreteras españolas en 2008, ni hablamos, que no es de su cartera. Señora ministra, explíqueme por qué tiene usted el Tamiflú bajo custodia del ejército. La eficacia de los antivirales en esta gripe es dudosa y de cualquier manera lo único que hace es reducir en un ratito la duración de los síntomas y con efectos secundarios no despreciables.
Cualquiera diría que guarda usted bajo siete llaves la cura contra el cáncer o la peste bubónica. Ponga el fármaco en las farmacias que es donde debe estar y déjese de fantasías más propias de Hollywood. Alternativamente, haga algo sobre la patente del osetalmivir y permita que lo fabriquen otras compañías farmacéuticas, así no hay agobios de restricciones.
Señora ministra, las previsiones de la Organización Mundial de la Salud ya han patinado en ocasiones anteriores. Cuando la gripe aviar, predijeron 150 millones de muertos que al final quedaron en 262 fallecimientos. Se han vuelto a equivocar, no importa. Lo importante es parar la locura en la que estamos montados y esa, señora Jiménez, es responsabilidad suya.
Señora ministra, aquí una es una cínica por naturaleza. Demasiada gente se lleva tajada en este asunto. No sólo los fabricantes de las vacunas y los antivirus, sino los que hacen las mascarillas, los de la vitamina C, los del bífidus activo, los fabricantes de ventiladores artificiales y pulsioxímetros, los de los pañuelos desechables, los productos de desinfección de manos, hasta los presos con enfermedades incurables que quieren aprovechar para marcharse a casa (…)».* Mónica Laranda: Ha pasado los últimos 16 años en Inglaterra, la mayoría como médico de urgencias de Leeds (West Yorkshire). En la actualidad trabaja en la unidad de urgencias del Hospital General de Segovia, participa en varias publicaciones inglesas y también ilustra libros y revistas con viñetas médicas.
Hoy veo la noticia de Teresa Forcades, médica y religiosa benedcitina, que ha iniciado una campaña contra la misma vacuna:
En el blog de Teresa Forcades se pueda bajar el documento en castellano con su análisis y su propuesta.
Pues eso: que no me pienso vacurnar. Y a mis hijos mucho menos.
Basta leer lo que denuncia esta monja:
tp://www.lavozdegalicia.es/sociedad/2009/10/09/00031255105545944982623.htm
Estos días no paran de ofrecernos en el trabajo un montón de cosas para librarnos de la gripe A…: Posters con recomendaciones oficiales, consultorías para preparar a la gente, pañuelitos, productos desinfectantes, maquinas para secar las manos, mascarillas….de todo. Tal cual como lo describe esta señora y todo después de presentarse con pronósticos apocalípticos e incluso falsas disposiciones oficiales que si no cumplimos puede suponer el cierre del puesto de trabajo y las consiguientes multas.
Cuando recordamos a los vendedores de lociones milagrosas de las películas del oeste nos extrañamos de la poca moral de aquellos y la escasa cultura de su audiencia.
¿hemos avanzado en algo?
Disculpa Paco. Es que había leído el blog de Teresa Forcades y dije «¡Qué casualidad!» Y me fui directamente al enlace, muy interesante.
La verdad es que este tema de la gripe A está ya todo dicho y claro y no creo que sea cuestión de repetirlo. Yo cojo catarros con fiebre, pero la última gripe ni me acuerdo. En donde trabajo puede que nos insistan para que nos vacunemos, pero de ninguna forma pueden obligarnos. No lo pienso hacer. Con unas medidas de profilaxis bastante comunes y baratas se puede evitar el contagio. Y si me pilla la gripe A, qué le voy a hacer. Por cierto, ¿Alguien de los que aquí escriben tiene algún compañero de trabajo o amigo con gripe A?
Que todas las pandemias sean como esta.